EDP anticipará el cierre de las centrales de carbón en la Península Ibérica y ya trabaja en la solicitud de cierres. En el caso de las centrales de España, solicitará en las próximas fechas el cierre de Soto 3. En el caso de Aboño 1, la compañía continúa con su proceso de transformación para la quema de gases siderúrgicos para 2022 y Aboño 2 se mantendrá como apoyo a cualquier indisponibilidad.
Esta decisión -encuadrada en la estrategia de descarbonización del grupo EDP- se adopta en un contexto en el que la producción de energía depende cada vez más de fuentes renovables. Además, con el incremento constante de los costes de producción con carbón y la mayor competitividad del precio del gas natural y las centrales de ciclo combinado, las perspectivas de viabilidad de las centrales de carbón han disminuido de forma drástica.
EDP solicitará el cierre del grupo 3 de la Central de Soto de Ribera (con 346 MW de potencia) tras no producir energía desde hace más de un año. En esta ubicación, la eléctrica está validando proyectos con el objetivo de desarrollar un proyecto innovador de almacenamiento de energía.
Para la central de Aboño, EDP, como anunció en diciembre del año pasado, ya ha pedido la licencia para la transformación de su grupo 1 (342 MW de potencia) en una central que utilice sólo gases siderúrgicos a partir de 2022. Aboño 2 se mantendrá como apoyo a cualquier indisponibilidad contribuyendo así a una economía más circular.
Los cambios en las centrales de Aboño y Soto no supondrán pérdida de empleo de la compañía.
Portugal
En el caso de la central de Sines, EDP ya ha entregado a la Dirección General de Energía y Geología su declaración de renuncia a la licencia de producción para que pueda concluir su actividad en enero de 2021.
La Central de Sines, con 1180 MW de potencia, está parada desde el 25 de enero, tras un año en el que la generación de energía eléctrica con carbón cayó a mínimos históricos.
En esta misma localización de Sines, EDP está validando el desarrollo de un proyecto de producción de hidrógeno verde, en consorcio con otras empresas. El proyecto se incluye en el plan de interés común europeo y con potencial de exportación por vía marítima. Esta alternativa en estudio para la producción de una fuente de energía limpia puede representar un nuevo ciclo para la región y para la economía portuguesa.
EDP continúa validando y promoviendo proyectos alineados con la transición energética en todas las regiones donde tuvo centrales de producción con carbón. Estas potenciales inversiones podrán aún ser incluidas en el fondo para la Transición Justa con el objetivo de ayudar a las regiones a reconvertir su economía, cuidado del medioambiente y promover la actividad económica.
“EDP mantiene una posición de liderazgo en la transición energética, con una estrategia enfocada en la descarbonización y en el crecimiento sostenido en renovables. Con la aceleración de ese proceso, sobre todo en el último año, asistimos a una inevitable reducción de las perspectivas de rentabilidad de las centrales de carbón y la pérdida de competitividad de ese mercado. Frente a este escenario, EDP se refuerza con las elevadas inversiones en energía eólica y solar definidas en el plan estratégico. Estamos en el camino acertado para cumplir nuestros objetivos de sostenibilidad para 2030: tener el 90% de la producción con origen renovable y reducir en un 90% las emisiones específicas con respecto a 2005. La decisión de anticipar el cierre de las centrales de carbón se deriva de los bajos precios del gas y los elevados precios del CO2, así como de la estrategia enfocada en renovables y, alineada con las metas europeas de neutralidad de carbono, además de la voluntad política de anticipar esos plazos. Asimismo, esta decisión contribuye a reforzar el liderazgo de EDP en renovables entre las eléctricas europeas”, destacó Miguel Stilwell de Andrade, consejero delegado de EDP.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios