El Gobierno de Estados Unidos (EEUU) anunció este martes la apertura de la costa de California, en el océano Pacífico, a la instalación de molinos de viento marinos, un modelo de producción de energía renovable popular en otras partes del mundo pero hasta ahora inexistente en las aguas californianas.
Representantes de la Administración que dirige Joe Biden y el gobernador de California, Gavin Newsom, presentaron en una llamada telefónica con periodistas el acuerdo que deberá permitir instalar en el mar parques eólicos en los próximos años que aporten 4,6 gigavatios adicionales a la red eléctrica.
De momento, se han identificado tres áreas marítimas en la costa central y norte de California que podrían albergar estos molinos, entre ellas las que bañan la localidad de Morro Bay (entre Los Ángeles y San Francisco) y el condado de Humboldt, en el norte del estado.
Hallar zonas en las que resulte viable construir estas gigantescas infraestructuras no resulta sencillo, puesto que las Fuerzas Armadas estadounidenses tienen una gran presencia en la costa californiana, donde realizan de forma habitual operaciones de prueba y entrenamiento consideradas esenciales para la seguridad del país.
Según indicaron los responsables gubernamentales, los 4,6 gigavatios que se espera que los nuevos parques eólicos aporten a la red eléctrica deberían ser capaces de proveer el suministro de 1,6 millones de hogares.
"La industria de la energía eólica marina tiene el potencial de crear miles de trabajos bien pagados en todo el país, a la vez que contribuye a combatir los efectos negativos del cambio climático", indicó, al presentar el acuerdo, la secretaria de Interior estadounidense, Deb Haaland.
La apertura de la costa californiana a los molinos de viento resulta clave para cumplir la meta del Gobierno de tener suficiente infraestructuras construidas frente a las costas de EE.UU. en 2030, para generar más de 30.000 megavatios de energía eólica.
Con este mismo objetivo, el pasado 11 de mayo, la Administración dio luz verde a la construcción de la primera gran planta marítima de energía eólica del país, impulsada por un consorcio de empresas en el que figura una filial de Iberdrola.
El proyecto Vineyard Wind, ubicado frente a la costa de Massachusetts, generará 800 megavatios de electricidad y creará 3.600 puestos de trabajo.
Desde su llegada a la Casa Blanca, en enero pasado, Biden ha marcado un notable cambio de rumbo en la política energética del país tras la Presidencia de Donald Trump (2017-2021), al insistir en que la transición hacia una economía sostenible y el impulso de las energías renovables serán prioridades de su Administración.
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