A pesar de los esfuerzos de Donal Trump para derogar las regulaciones o aumentar el consumo de carbón, las eléctricas de EEUU retirarán un total de 14,3 GW de capacidad de las centrales eléctricas de carbón en 2018, frente a los 7 GW de capacidad retirados en 2017, según un informe de S&P.
Este año marcará el nivel más alto de cierres de térmicas de carbón desde 2015, cuando las compañías eléctricas estadounidenses incluidas en el análisis retiraron 14.7 GW de capacidad de carbón.
Otros 23,1 GW de cierres de plantas de carbón ya han sido anunciados o han recibido aprobación regulatoria para el periodo de 2019 a 2024, lo que marca 71.9 GW de carbón retirados o programados para ser retirados entre 2014 y 2024. El análisis de S&P muestra aproximadamente 245.6 GW de capacidad procedente de las plantas de carbón en operación en EEUU.
Pero lo peor es que a partir de 2024 no se ven anuncios de cierre y habrá que esperar a que las compañías sigan los actuales ritmos porque sino el carbón se mantendrá como una de las principales fuentes del mix.
Las eléctricas de EEUU han citado una serie de razones para cerrar las plantas de carbón, incluidas los costos más altos, las plantas que envejecen, la futura incertidumbre regulatoria y la escasa confianza del público en torno al combustible y sus contribuciones al cambio climático.
A pesar de las cifras, se espera que la tendencia continúe a medida que las plantas de energía envejecidas se vuelven cada vez menos rentables, escribió Seth Feaster, un analista de energía del IEEAF, en un reciente informe sobre el cierre del carbón en EEUU.
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