Brian Deese, principal asesor sobre cambio climático del presidente de EEUU, Barack Obama, se encuentra en Pekín para allanar el camino a la visita que el mandatario estadounidense hará a la segunda economía mundial a comienzos de septiembre en el marco de la Cumbre del G20.
La agenda de Deese en Pekín incluye reuniones con el viceprimer ministro chino, Zhang Gaoli, y el representante especial para el cambio climático en China, Xie Zhenhua, según un comunicado de la Embajada de EEUU en China.
Durante las mismas evaluarán asuntos clave de la lucha contra el cambio climático, entre ellos el plan de implementación del acuerdo alcanzado en la cumbre del clima de París (COP21) del pasado año, posible en parte gracias al consenso entre China y EE.UU.
Asimismo, discutirán sobre qué "esfuerzos mutuos" son necesarios para asegurar que se enmienda el protocolo para proteger la capa de ozono aprobado en Montreal en 1987 con el fin de incluir más medidas contra los hidrofluorocarbonos (HFC), un gas de efecto invernadero que se usa en frigoríficos y aires acondicionados.
También hablarán de crear una medida global basada en el mercado que lidie con las emisiones de efecto invernadero de la aviación internacional, como han acordado Obama y el presidente chino, Xi Jinping, en el pasado.
China y EEUU, los dos países más contaminantes del mundo, han alcanzado emblemáticos acuerdos en los pasados tres años para combatir el cambio climático y han hecho de esta lucha una piedra angular de su relación.
Durante la visita de Obama a China en noviembre de 2014, con motivo del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), ambos países suscribieron un acuerdo histórico al comprometerse a disminuir sus emisiones de gases invernadero en las siguientes dos décadas.
Se espera que durante el inminente viaje del mandatario estadounidense a China con motivo de la cumbre del G20, que se celebrará en Hangzhou (este del país) los días 4 y 5 de septiembre, la lucha contra el cambio climático sea por tanto uno de los puntos de consenso entre ambos países.
Otros asuntos, como las disputas territoriales y la libertad de navegación en el mar de China Meridional o el ciberespionaje, serán en cambio motivo seguro de disensión bilateral.
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