El Gobierno estadounidense anunció este viernes que penalizará económicamente las emisiones de metano del sector del petróleo y del gas natural para reducir la contaminación provocada por los gases de efecto invernadero.
El Programa de Reducción de Emisiones de Metano, según expuso en un comunicado la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, en inglés), obligará a aquellas empresas petroleras y gasísticas que superen los niveles de emisiones de metano fijados por el Congreso a pagar una tasa.
La propuesta -que el Congreso aprobó como parte de la Ley de Reducción de la Inflación- supondrá cobrar a los grandes productores de energía 900 dólares (unos 821,88 euros) por cada tonelada de emisiones de metano que supere el límite; dicha tasa aumentaría a 1.200 dólares en 2025 y se estabilizaría en 1.500 dólares en 2026.
“Estamos centrados en trabajar junto con empresas, estados y comunidades para garantizar que Estados Unidos lidere el despliegue de tecnologías e innovaciones que ayuden al desarrollo de una economía de energía limpia”, aseguró el administrador de EPA, Michael S. Regan.
El metano, un supercontaminante
En el anuncio, EPA especificó que el metano es “un supercontaminante climático más potente que el dióxido de carbono” y que es responsable de aproximadamente un tercio del calentamiento global producido por gases de efecto invernadero.
"Sabemos que el metano es más de 80 veces más potente que el dióxido de carbono. Afortunadamente, el Programa de Reducción de Emisiones de Metano incentivará a los productores a reducir las emisiones de metano", afirmó el senador Tom Carper, presidente del Comité sobre Medio Ambiente y Obras Públicas del Senado.
En este sentido, para EPA, la rápida reducción de las emisiones de metano en el sector petrolero y de gas natural -que es la mayor fuente industrial de dichas emisiones en EEUU- es “una medida que puede frenar el rápido aumento de la temperatura global”.
Precisamente este viernes, la NASA confirmó que 2023 ha sido el año más caluroso desde que hay registros, un hecho que se relaciona directamente con el cambio climático provocado por las emisiones contaminantes.
Además, EPA está colaborando con el Departamento de Energía de EEUU para proporcionar más de 1.000 millones de dólares en asistencia financiera y técnica -contemplados en la Ley de Reducción de la Inflación- a esta industria para “acelerar la transición a tecnologías no contaminantes y bajas en emisiones”.
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