Bioenergía

El amoníaco y el metanol liderarán la descarbonización del sector petroquímico

GlobalData prevé un fuerte crecimiento del número de plantas azules de amoníaco y metanol en esta década, mientras que las plantas verdes aumentarán a medida que se acerque 2030.

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El amoníaco y el metanol son productos químicos industriales clave con una fuerte demanda en los sectores de la agricultura, la fabricación y la construcción. Los procesos convencionales de producción de amoníaco y metanol contribuyen a las emisiones de carbono.

Dado que los gobiernos de todo el mundo están aplicando diversas estrategias de descarbonización, se ha hecho imperativo frenar las emisiones de estos procesos. La evolución del hidrógeno bajo en carbono, una materia prima fundamental tanto para el amoníaco como para el metanol, puede ayudar a descarbonizar estos productos químicos, afirma la firma de análisis y datos GlobalData.

El informe temático de GlobalData "Amoníaco y metanol en la transición energética" ofrece una visión general de la evolución de los mercados del amoníaco y el metanol con bajas emisiones de carbono. Además, compara las empresas líderes en la producción de amoníaco y metanol con bajas emisiones de carbono, como Yara International, CF Industries, SABIC, OCI y Nutrien, en función de su capacidad activa y futura, la intensidad de sus emisiones y sus compromisos de emisiones netas cero.

Descarbonizando productos químicos

Ravindra Puranik, analista de petróleo y gas de GlobalData, comenta: "Las tecnologías de captura de carbono e hidrógeno con bajas emisiones de carbono están ganando protagonismo en el sector petroquímico. Empresas como Yara y CF Industries están aprovechando activamente estas tecnologías para descarbonizar sus respectivos procesos de producción de productos químicos como el amoníaco y el metanol".

El hidrógeno verde producido a partir de la electrólisis del agua mediante el aprovechamiento de energías renovables tiene un enorme potencial en la producción de amoníaco y metanol verdes. Mientras que el hidrógeno azul, que se produce empleando tecnologías de captura de carbono, ofrece una alternativa a largo plazo en la transición energética de la producción de amoníaco y metanol.

El amoníaco es un producto petroquímico clave, cuya demanda está impulsada masivamente por el sector agrícola. Es el producto petroquímico más producido en el mundo. El metanol también cuenta con una importante capacidad instalada entre los productos petroquímicos y tiene una fuerte demanda en el sector manufacturero.

Combustibles limpios

Los segmentos de mercado del amoniaco y el metanol pueden descarbonizarse más fácilmente utilizando hidrógeno bajo en carbono para su producción. También ayudaría a mitigar las emisiones de las aplicaciones de uso final que dependen de estos dos productos químicos. En la transición energética mundial, el amoníaco se contempla potencialmente como combustible en el transporte marítimo y la generación de electricidad, mientras que el metanol bajo en carbono puede mezclarse con gasolina y gasóleo.

Puranik prosigue: "El sector del transporte marítimo, columna vertebral del comercio mundial, consume en su inmensa mayoría combustibles fósiles y, por tanto, contribuye significativamente a las emisiones de carbono. El organismo regulador del transporte marítimo, la Organización Marítima Internacional (OMI), está considerando el amoníaco y el metanol entre las opciones de combustible para sus objetivos de emisiones netas cero. Además, el uso de metanol, ya sea directamente o tras mezclarlo con combustibles derivados del petróleo, contribuye a reducir las emisiones de los vehículos".

Se prevé un fuerte crecimiento del número de plantas azules de amoníaco y metanol en esta década. Se prevé que el número de plantas verdes de amoníaco y metanol aumente rápidamente a medida que se acerque 2030.

Puranik concluye: "El hidrógeno se considera sinónimo de los objetivos mundiales de descarbonización y transición energética, lo que lo convierte en un tema clave para la industria del petróleo y el gas. Las perspectivas del amoníaco y el metanol bajos en carbono están directamente vinculadas al éxito del hidrógeno bajo en carbono. Dada la tendencia constante de las inversiones bajas en carbono, el año 2030 podría ser un hito para los mercados del amoníaco y el metanol".

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