El sector energético estadounidense está experimentando una importante transformación este año, con un consumo de electricidad que se prevé que supere los 4.200 teravatios-hora (TWh) por primera vez. Aunque sólo supone un aumento del 2% con respecto a 2024, es una señal de lo que está por venir, ya que pone de relieve la evolución del panorama energético impulsado por la creciente demanda de los centros de datos y una combinación energética cambiante que integra fuentes tradicionales y renovables.
El aumento de la demanda de datos presiona la red energética de EEUU e impulsa los proyectos de gas
Los centros de datos están en el centro de esta transformación, con una capacidad de 22 gigavatios (GW) a finales de 2023, lo que representa casi el 40% de la demanda mundial
Los centros de datos están en el centro de esta transformación, con una capacidad de 22 gigavatios (GW) a finales de 2023, lo que representa casi el 40% de la demanda mundial. De cara al futuro, se prevé una capacidad adicional de 60 GW en EEUU para 2035 sobre la base de los proyectos anunciados, y se espera que el consumo de energía de estas instalaciones aumente de 130 TWh en 2023 hasta 450 TWh.
Liderazgo indiscutible
Estados Unidos está aprovechando el bajo coste de la energía, los incentivos fiscales y la sólida infraestructura de fibra óptica para liderar el mercado mundial de desarrollo de centros de datos, con Virginia y Texas atrayendo importantes inversiones. El llamado “Callejón de los Centros de Datos” de Virginia se beneficia de su avanzada infraestructura y sus incentivos fiscales, mientras que Texas ofrece políticas de red favorables y abundantes recursos de energías renovables.
Mientras el sector eléctrico estadounidense atraviesa este momento crucial, se requieren inversiones estratégicas en infraestructura de red, junto con una dependencia equilibrada de diversas fuentes de energía y la expansión de las capacidades de almacenamiento de energía. La forma en que se gestionen estos elementos definirá en última instancia la trayectoria futura del sector eléctrico estadounidense en las próximas décadas.
“El sector eléctrico estadounidense está entrando en una fase crítica de crecimiento. Satisfacer la demanda de los centros de datos y equilibrar las inversiones en gas natural y energías renovables marcará el camino del sector. Si no se toman medidas específicas, el aumento de los costes y la escasez de energía podrían plantear retos importantes tanto para los consumidores como para la industria”, dice Artem Abramov, director de Investigación de Nuevas Energías de Rystad Energy.
A medida que crece la demanda, el gas natural ha recuperado protagonismo como fuente de energía fiable, con las empresas de servicios públicos planificando 17,5 GW de nueva capacidad en los próximos años, el nivel más alto de actividad de proyectos desde 2017. Este recurso desempeña un papel clave a la hora de garantizar la fiabilidad necesaria para los centros de datos de alto consumo energético. Proyectos como las nuevas instalaciones de Entergy en Texas, Luisiana y Mississippi subrayan esta tendencia. Sin embargo, el sector se enfrenta a obstáculos, en particular con una infraestructura de transmisión envejecida que lucha por soportar la creciente demanda e integrar nuevos proyectos.
Apoyo bipartidista
El 14 de enero de 2025, el Presidente Joe Biden promulgó una orden ejecutiva para aliviar ciertos cuellos de botella y acelerar la concesión de permisos y la construcción de infraestructuras de centros de datos y energía limpia en suelo federal. La orden exige al secretario de Defensa y al secretario de Energía que identifiquen cada uno al menos tres emplazamientos federales antes del 28 de febrero de 2025, donde puedan construirse centros de datos e instalaciones de energía limpia asociadas. La primera evaluación de Rystad sugiere que existe un fuerte apoyo bipartidista al concepto general de hacer más accesible el suelo federal al sector de los centros de datos orientado al crecimiento. Dicho esto, es poco probable que los estrictos requisitos de energía limpia que solo permiten el gas natural con una tasa de captura de carbono superior al 90% sean populares entre la administración entrante de Donald Trump.
En el frente de las energías renovables, parece probable que el sector de los servicios públicos experimente una modesta desaceleración tras un 2024 récord en el que se añadieron 33 gigavatios de corriente alterna (GWAC) de nueva capacidad de energía solar fotovoltaica (FV), según datos preliminares. Se espera que el crecimiento se estabilice este año, con proyectos en fase avanzada que suman 33,5 GWAC. Sin embargo, el almacenamiento de energía sigue prosperando. Las instalaciones de baterías aumentaron un 50% en 2024, alcanzando los 32,5 gigavatios-hora (GWh), y se prevé que crezcan otro 35% este año, impulsadas por sistemas más grandes y estandarizados.
Para los consumidores, estos avances tienen implicaciones financieras. El precio medio de la electricidad residencial fue de 165 dólares por megavatio-hora (MWh) el año pasado, un 25% más que en 2020. Se espera que los elevados costes de transmisión y distribución, a pesar del descenso de los precios mayoristas del gas natural, mantengan altas las facturas de electricidad en un futuro previsible.
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