En un año que promete redefinir la dinámica energética global, la creciente demanda de electricidad por parte de los centros de datos y los vehículos eléctricos (EV, por sus siglas en inglés) va a impulsar un aumento del 4% en el consumo mundial de energía, según el informe de perspectivas energéticas de EklipX Research.
La expansión de los centros de datos, alimentada por tecnologías como la inteligencia artificial, la computación en la nube y la conectividad 5G, está configurando un nuevo paradigma en el consumo eléctrico. Estas infraestructuras, esenciales para el funcionamiento de la economía digital, exigen una cantidad creciente de energía, lo que las posiciona como protagonistas del sector energético en 2025.
Simultáneamente, la industria de los vehículos eléctricos continúa su ascenso. Este año, se estima que 20 millones de EV se sumarán a las carreteras, lo que representa no solo un cambio en la movilidad, sino también una presión significativa sobre las redes eléctricas. Esta tendencia refuerza la importancia de la electrificación como eje central de las estrategias globales para reducir las emisiones de carbono.
Año de las renovables
El papel de las energías renovables se vuelve más crucial que nunca. Se espera que el 90% del crecimiento en la generación eléctrica global provenga de fuentes como la solar y la eólica. Sin embargo, su naturaleza intermitente plantea desafíos importantes.
2025 podría ser un año decisivo para el avance en tecnologías de almacenamiento. Estas innovaciones son esenciales para equilibrar la generación intermitente de las renovables y garantizar un suministro estable en momentos de alta demanda. La inversión en este ámbito será clave para aprovechar al máximo el potencial de las energías limpias.
Factores geopolíticos
La administración Trump, que asumió en 2024, está priorizando la producción nacional de crudo y el desarrollo de proyectos de gas natural licuado (LNG). Aunque estas políticas buscan fortalecer la independencia energética de Estados Unidos, los efectos se manifestarán de manera gradual, sin alterar significativamente la dinámica global este año.
Además, las relaciones entre Estados Unidos y China, los conflictos en Ucrania y las tensiones en el Medio Oriente continúan impactando los mercados energéticos. Estos factores, junto con el riesgo de sanciones adicionales a países como Irán y Rusia, mantienen un alto nivel de incertidumbre que podría influir en los precios y la disponibilidad de recursos.
GNL
La energía solar fotovoltaica se posiciona como uno de los pilares de la transición energética. En 2025, se proyecta que añadirá 600 TWh a la generación eléctrica global, una cifra que equivale a la contribución energética del petróleo, marcando un hito en el camino hacia un futuro de bajas emisiones.
La creciente demanda de LNG en Asia y Europa podría intensificar la competencia por este recurso. Mientras Europa busca mantener altos niveles de almacenamiento para el invierno, Asia se enfrenta a la necesidad de garantizar un suministro adecuado para sus meses de mayor consumo. Este tira y afloja definirá gran parte del mercado energético este año.
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