El sueño de muchos es que el precio de la electricidad generada por fotovoltaica más almacenamiento sea menor que el precio de la factura de la luz convencional. Pues ese sueño ya es posible en Australia.
Una nueva investigación sugiere que el cruce entre el precio de autoconsumo fotovoltaico con baterías y el de la factura eléctrica en los hogares australianos puede ocurrir dentro de un año. Esa es la conclusión de la investigación de Jemma Green y Peter Newman, de la Universidad de Curtin, Perth. Han demostrado que la tarifa A1 -la tarifa estándar ofrecida a los hogares por Sinergia- llegará a ser más cara que el valor combinado de paneles fotovoltaicos en el techo y el almacenamiento a lo largo del año 2017.
"Ese cruce de precios donde el precio de la tarifa A1 es igual al valor de la energía producida por la tarifa de paneles solares se produce en 2017 para distanciarse al año siguiente... y al año siguiente", dijo David Martin, compañero de los investigadores en su recién creada start-up Power Ledger, según explica RenewEconomy.
Pero en su opinión, esto no significa que la gente vaya a "desconectarse de la red" enseguida de manera masiva, porque cuando se llega a ese punto hay "beneficios intangibles" de estar conectado a la red, y costaría mucho más que instalar las baterías suficientes para hacer frente a los picos de demanda del consumidor. Aunque, "una vez que los costes divergen con una diferencia significativa y supera con creces tener paneles solares en el techo a estar conectado a la red, ¿qué ocurre?", se pregunta Martin.
Es entonces cuando surge el gran problema para las grandes eléctricas, que basan su negocio en suministrar electricidad a los hogares porque una gran cantidad de ellos van a desaparecer de su vista al convertirse autosuficientes.
De hecho, si un hogar tiene una potencia instalada de 4 kW podría usar la red en la mayoría de las ocasiones - lo que significa que sólo perdería el 45% del consumo... Pero con el almacenamiento, la tasa de "deserción" probablemente aumenten hasta niveles espectaculares. El estudio sugiere que en los próximos años hasta un 90% de los hogares sólo recurrirán puntualmente a conectarse a la red.
Esto, por supuesto, tiene importantes implicaciones para los modelos de negocio del sector eléctrico -en particular, en su fuente de ingresos- y para otros consumidores. Para Martin, esta nueva situación supondrá una pérdida de ingresos de 100 millones de dólares para las eléctricas, y una sobrecarga de costes del 20% en los consumidores convencionales para proteger sus ingresos.
Por lo tanto, Martin cree que hay que buscar formas completamente nuevas de aprovechar la red y compartir la energía solar y almacenamiento energético. Como la generación distribuida, que permite a aquellos que les sobra su energía a compartirla con los que tal vez no la tienen y además utilizar mejor el sistema eléctrico estatal.
No son los únicos que piensan que el autoconsumo no es solo un proceso imparable sino además muy rápido. Por ejemplo, Bloomberg New Energy Finance ha señalado que para el año 2040 unos seis millones de hogares tendrán baterías para almacenar la energía en sus casas.
"La revolución en el almacenamiento de energía va a llegar mucho más rápido de lo que mucha gente imagina y otras muchas ya se están preparando," dice Stefan Jarnason, fundador y jefe de Solar Analytics, "el almacenamiento en los hogares junto a los paneles solares en los tejados se va a comer el mundo de la energía."
Miguel
29/10/2022