La eléctrica pública francesa EDF ha anunciado que sus beneficios en los seis primeros meses del año fueron de 2.000 millones de euros, un 3,7% menos que en el mismo periodo de 2016, una reducción que se explica por el parón nuclear y por las condiciones climáticas desfavorables.
Las autoridades de control nuclear francesas impusieron a EDF controles en varios de sus reactores, lo que motivó su parón y una reducción de casi el 4 % de la producción en el país, señaló la empresa en un comunicado.
Además, las pocas lluvias caídas causaron una reducción de más del 16% de la producción hidráulica en Francia, a lo que se sumó la reducción de los precios de la electricidad en el Reino Unido, su principal mercado exterior.
El resultado bruto de explotación se vio impactado, lo que se tradujo en una caída del 21,8% hasta los 6.696 millones de euros.
Pero el beneficio neto fue maquillado por la plusvalía de 1.300 millones generada por la cesión de su participación del 49,9% de la red de transporte eléctrico RTE.
El grupo señaló que los resultados están en la línea de lo esperado, por lo que confirmó sus objetivos, gracias a la aplicación de su plan de ahorros, que les llevó a alcanzar 225 millones de recortes en el periodo, lo que les permite haber alcanzado el 70 % de los 700 millones previstos para el periodo 2015-2018.
EDF prevé una nueva bajada de su Ebitda de entre 13.700 millones y 14.300 millones, antes de que en 2018 vuelva a progresar hasta los 15.200 millones, gracias al retorno a la actividad de los reactores en Francia.
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