De todos es conocido que el carbón es, de lejos, la fuente que más CO2 emite a la atmósfera. Pero también es una de las energías que más divide en el debate interno de los partidos políticos. Es lo que ha ocurrido en Unidos Podemos, que dentro de sus filas no todos tienen la misma postura sobre el futuro de la industria extractiva del carbón.
Mientras que el coordinador federal y portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Alberto Garzón, presentaba en el Congreso de los Diputados de una PNL sobre ‘Medidas para garantizar el futuro de las comarcas mineras’, el resto de grupos de la coalición lo desconocía.
“Nos hemos enterado, como se dice comúmente, por la prensa”, explican fuentes internas del partido, “su decisión ni se nos ha comunicado ni ha sido consensuada”.
Probablemente Garzón quería darse un baño de masas (al menos asturiano) porque la presentación de esta Proposición No de Ley la ha hecho acompañado de una delegación de dirigentes y cargos públicos de IU Asturias desplazados para ello desde esta comunidad.
“Esto es un golpe bajo por parte de Izquierda Unida al resto de grupos que conforman Unidos Podemos, porque a nivel interno ha habido discrepancias sobre cuál debería ser el futuro del carbón en España y para resolverlas se han organizado procesos de diálogos, de consensos, de buscar soluciones…”, señalan las fuentes, “se ha querido buscar entre todos una salida lógica y definitiva del carbón, en una coalición como ésta hay puntos de divergencias pero así no se hacen las cosas”, refiriéndose a la decisión unilateral de Izquierda Unida, “otro tema es el de los ritmos y empezar a cerrar el grifo al carbón de importación”.
Sin embargo, esta PNL no es una novedad. Hace justo un par de meses, el 6 de abril, que el mismo Alberto Garzón presentó junto a sus compañeras María Isabel Salud y Eva García Semperes, una PNL sobre medidas para garantizar el futuro de las comarcas mineras. La de entonces pedía iniciar un proceso de integración en la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) de todas las empresas mineras del sur occidente asturiano (Asturleonesa, Uminsa Cerredo, Uminsa pilotuerto y Carbonar); impulsar desde las instituciones públicas un modelo industrial sostenible y justo, basado en los acuerdos de disminución de emisiones y justicia social; aprobar en un plazo máximo de seis meses de un plan de acompañamiento consensuado con los agentes sociales que garantice el rescate, la reindustrialización y la diversificación de las actividad de las cuencas mineras que sea puesto en marcha no más tarde de 2017; y una auditoría de los fondos Miner y de todos los acuerdos firmados en este sentido.
La de ahora no es que sea muy diferente, es que es la misma. “Pedimos un plan de reindustrialización para que las cuencas mineras y las regiones de alrededor puedan tener futuro, poner un plan que nos permita tener presente cualquier mecanismo, incluido el de la nacionalización de aquellas empresas que son todavía privadas, para que el Gobierno pueda recurrir a utilizar este mecanismo para salvaguardar los intereses de las clases trabajadoras de las comarcas”, ha dicho Alberto Garzón. Pero algo sí ha cambiado en los últimos meses dentro de Unidos Podemos.
“Después de la celebración de Visatalegre 2, la II Asamblea Ciudadana de Podemos, ha habido un viraje hacia un posicionamiento más favorable a las energías renovables y a la protección del medio ambiente”, señalan fuentes de partido, “por eso no ha sentado nada bien que Alberto Garzón no hable con el resto de los grupos y presente esta PNL sin comunicarlo al resto”.