El comisario europeo de Energía y Vivienda, Dan Jorgensen, ha situado al cambio climático como el "mayor problema" al que se enfrenta la Unión Europea, por encima del conflicto bélico en curso en Ucrania y de la actual guerra comercial con Estados Unidos.
"El cambio climático es probablemente el mayor problema al que nos enfrentamos. Hay una guerra en nuestro continente, cierto, pero confío en que pronto se encuentre la paz; tenemos relaciones transatlánticas extrañas y guerras comerciales en curso, sí, pero se estabilizará, encontraremos soluciones", según Jorgensen.
El comisario europeo ha hecho estas declaraciones en la inauguración en Bruselas de la 10ª conferencia anual sobre eficiencia energética, coorganizada junto a la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Para el comisario el aumento de las temperaturas y sus consecuencias derivadas tendrán más impacto que otros grandes problemas globales.
"Desafortunadamente, el cambio climático seguirá siendo el mayor problema para todos los que estamos en esta habitación durante toda nuestra vida. Y no es algo que pueda pasar en el futuro, es algo que está ocurriendo ya y que tiene consecuencias catastróficas: inundaciones, sequías, incendios forestales... la gente está muriendo", ha recordado.
Apostar por la eficiencia energética prevendrá que Rusia pueda volver a usar la energía como arma de guerra contra la UE, que ha reducido su dependencia en los hidrocarburos de Moscú gracias en parte a la diversificación y al despliegue de renovables, pero también a través del ahorro de 15.000 millones de metros cúbicos de gas (bcm) al año.
El político socialdemócrata danés ha puesto como ejemplo cotidiano el que una bombilla de LED consume un 90% menos de energía que una tradicional y que una ducha calentada a través de una caldera solar ahorra de media a una familia europea unos 900 euros al año.
"La eficiencia energética tiene un enorme potencial para el ahorro", ha destacado Jorgensen, quien ha resaltado que es también un vector para conseguir energía accesible y asequible, porque uno de cada diez europeos está en riesgo de pobreza energética y el pasado invierno hubo 47 millones de personas que no pudieron "calentar adecuadamente" su hogar.
Mejorar en eficiencia energética requiere inversiones, pero "pagan de vuelta y lo hacen rápido", ha explicado el comisario, que ha precisado que 1 euro invertido en eficiencia se traduce en 4 euros en ahorros en "pocos años", un retorno que puede alcanzar los 12 euros en el caso de los hogares, por lo que "el potencial es enorme".
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