El pasado 24 de mayo la asociación sin ánimo de lucro Ateneo de Energía organizó la jornada informativa sobre PPA: “Ese desconocido del que todos hablan”.
Ateneo de Energía acertó con la fecha de la jornada y con los ponentes. La jornada se celebró una semana después de la subasta renovable del gobierno. Presentaron ponencias, todos los agentes implicados en los PPAs, excepto consumidores (ampliamente representados entre los asistentes) y la banca, que declinó las invitaciones.
Puede que el mayor acierto de Ateneo fuera el título. Los PPAs son unos grandes desconocidos en España, donde apenas se ha firmado ninguno. Sin embargo, los precios de promoción renovable, la abundancia de recurso en España y la escasa oferta de retribución pública, los convierten en el producto de moda en el sector.
Un PPA, acrónimo de Power Purchase Agreement (en español, acuerdo de venta de energía), es un contrato de venta de energía a largo plazo (5 o más años). Las contrapartes son los productores y los consumidores o comercializadores. Unos garantizan ingresos con los que poder financiar sus proyectos y los otros, fijan sus costes de aprovisionamiento de electricidad a largo plazo.
Como afirmó María Paz García, Directora Departamento de Gestión de Energía para Europa y Brasil de EDP Renovables, “los promotores, a cambio de obtener visibilidad de precios, están dispuestos a ofrecer importantes descuentos en el precio de venta de su energía.”
Como explicaron todos los ponentes, los PPAs son un traje a medida que deben adaptarse a ambas partes y a la legislación del país. Existe, por tanto, una infinidad de modelos que enumeró Ubaldo Yañez, director en Voltiq. Como por ejemplo, entrega física, contratos take or pay, contratos take and pay, leasing operativos, sintéticos, contratos por diferencias, precios fijos, precios indexados. Se puede vender energía, potencia o certificados de garantía de origen.
Sin embargo, todos resaltaron que la clave de un PPA es la bancabilidad. Un PPA que no se pueda utilizar para obtener financiación bancaria no tiene utilidad, y no será más que papel mojado.
Las claves para garantizar la bancabilidad son: la calidad crediticia del comprador, la legislación aplicable, la resolución de controversias y la estructura de garantías. Estas garantías cubrirán tanto la construcción de la planta como las obligaciones de pago.
Piet Holtrop, socio en HOLTROP SLP, advirtió de los riesgos legales del PPA, centrándose en los cambios fiscales. Citando el impuesto de generación eléctrica, el canon eólico y los impuestos locales como ejemplos que pueden cambiar la fiscalidad a lo largo de la vida de un PPA. Esto tendremos que tenerlo en cuenta a la hora de negociar un PPA.
Jorge Álvarez, jefe del departamento de consultoría de Enertis, explicó el efecto de la subasta renovable en los promotores. El resultado de la subasta sólo garantiza un suelo en la retribución (entre 20 y 25 €/MWh). Mientras que un PPA, les garantizarían unos ingresos fijos.
Mayores ingresos con menos incertidumbre, la cuadratura del círculo. Por eso, muchos de los proyectos que hibernaban antes de la subasta están despertando al calor de los PPAs.
Para acabar las presentaciones Miguel Marroquín, gerente de Our New Energy, analizó los distintos modelos retributivos en Europa y desveló sus previsiones para el futuro. El paquete de invierno marcará el mercado eléctrico en Europa, y no es descartable un cambio en las reglas de los mercados mayoristas. En sus previsiones de futuro, todos los ponentes coincidieron en la revalorización de los certificados de origen verde de la energía.
A la firma de un PPA, el precio de este es justo para ambas partes. Sin embargo, la evolución de los mercados hará que unos ganen y otros pierdan dinero. Por ello, es importante evaluar los riesgos y oportunidades para compradores y vendedores desgranados por María Paz García.
En el turno de preguntas y respuestas de los asistentes, los grandes consumidores apuntaron sus necesidades. Los grupos industriales no necesitan tanto unos precios fijos baratos como unos precios similares, o menores, a los de su competencia. Este diferencial de precios es aún más importante para las comercializadoras.
Para los industriales, la energía no es una parte fundamental de su negocio. Esto supone un problema porque los PPAs exigirán la aprobación de la dirección y cambios en la mentalidad corporativa.
También se discutió el rol que la administración tendría en los PPAs. Por un lado, supondría un apoyo real a la promoción de las energía renovables. Por otro, se plantearon dudas sobre la legalidad de su contratación pública.
La jornada tuvo mayor profundidad por el turno de preguntas y respuestas. El factor diferencial de Ateneo, es que todo aquel que tenga algo que decir, tiene derecho a la palabra.
Gracias a esto, concluimos que los PPAs jugarán un rol importante en el mercado eléctrico. Sin embargo, actualmente las posiciones de vendedores y compradores aún están alejadas. Entre otras cosas, porque estos últimos están atados a las condiciones de la banca.
Un artículo de Joaquín Giráldez y Mario Berná de la consultora Ingebau para El Periódico de la Energía.
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