El Estado alemán de Renania del Norte se alía con socios belgas y holandeses para impulsar la producción circular de baterías

El estado alemán de Renania del Norte-Westfalia ha acordado reforzar sus esfuerzos en materia de economía circular junto con los Países Bajos y la región belga de Flandes, con especial énfasis en las cadenas de valor de las baterías. El estado más poblado de Alemania pretende lanzar varios proyectos innovadores para cadenas de suministro circulares con sus vecinos, según declaró el ministro de Medio Ambiente de Renania del Norte-Westfalia, Oliver Krischer.

“Con una economía circular podemos aumentar nuestra independencia de recursos, proteger los recursos y el clima, y ​​crear nuevos empleos, todo a la vez”, afirmó Krischer. El político del Partido Verde firmó un acuerdo de cooperación con funcionarios neerlandeses y belgas en un acto celebrado en la ciudad de Wuppertal, al oeste de Alemania.

En otro artículo publicado en el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, Krischer afirmó que la coordinación entre las instituciones estatales de los tres países sigue siendo insuficiente. “Tenemos que intercambiar conocimientos”, argumentó el ministro. Los tres signatarios acordaron intensificar la cooperación, especialmente en materia de reciclaje y economía circular en el sector de la construcción, la industria química y la producción de baterías.

Abarcar toda la cadena de valor

Brigitte Mouligneau, de la agencia flamenca de gestión de residuos OVAM, declaró al periódico que el objetivo es abarcar toda la cadena de valor de la producción de baterías con un esquema integrado de economía circular.

Krischer afirmó que Renania del Norte-Westfalia inaugurará en diciembre una de las primeras plantas de reciclaje europeas para la llamada “masa negra” procedente de la producción de baterías.

Este material, obtenido a partir de baterías trituradas, contiene elementos valiosos como el litio y el cobalto, pero su tratamiento eficiente es complejo y exige el cumplimiento de estrictas normas medioambientales, lo que ha dificultado la creación de cadenas de suministro internacionales. “Si tres países cooperan, podemos influir de manera diferente en la definición de normas”, argumentó Krischer.

En los últimos años, los conceptos de economía circular han cobrado mayor relevancia en el marco de los esfuerzos por la transición energética, con el objetivo de aumentar la seguridad del suministro, reducir costos y lograr procesos económicos verdaderamente sostenibles. Además de tecnologías como las instalaciones de energía renovable o los vehículos eléctricos, el sector de la construcción ofrece un enorme potencial para una mejor reutilización y reciclaje de materias primas.