60.000 millones de euros. Es lo que le exigen los estados mineros germanos al Gobierno de Angela Merkel para sentarse a hablar del cierre del carbón en Alemania. La exigencia es máxima justo en el momento en que Alemania está poniendo números al cierre del carbón.
Según cuenta el portal Montel News, los estados alemanes que albergan minas de carbón exigieron inversiones federales del orden de los 60.000 millones de euros como precio de aceptación de una salida anticipada del combustible por razones de política climática.
Este hecho pone en peligro la transición energética germana. Los tres jefes de Estado alemanes mineros dijeron en una rueda de prensa que si no se satisfagan estas peticiones no se iba a firmar ningún documento final en la comisión que está estudiando cómo afrontar el fin del carbón en Alemania.
Los estados mineros reclaman que no se abandone a estas regiones tal y como se hizo con Bonn cuando la reunificación. Michael Kretschmer, el primer ministro demócrata cristiano (CDU) de Sajonia, instó al gobierno federal a comprometerse con programas de infraestructura que hagan que sus regiones sean más atractivas para las empresas. Entre ellas destacan más infraestructuras de carretera, ferrocarril incluso banda ancha.
“Hay que alcanzar los objetivos climáticos. Pero 82 millones de personas necesitan contribuir con ellos, no solo 100.000”, dijo Reiner Haseloff, también de la CDU.
En juego, el empleo para decenas de miles de mineros y trabajadores afines al carbón, que exigen que no se les deje abandonados y que se les dé una salida para un futuro.