La nueva generación del utilitario inglés ultima su puesta a punto en el centro de pruebas invernal de BMW en el Círculo Polar Ártico con especial atención a la versión cero emisiones
La cuenta atrás está a punto de llegar a cero para ver cómo lucirá la nueva generación del MINI en la que la versión eléctrica será un activo importantísimo, pese a que la firma ya confirmó que también habrá motores de combustión con, previsiblemente, algún tipo de hibridación ligera. Si bien todavía queda algo más de un año para que la firma británica comience la producción de su modelo, a buen seguro que durante finales de este 2022 vemos ya cómo lucirá el modelo definitivo. Mientras tanto, la firma británica perteneciente a BMW ha estado testando la nueva generación del urbano en el gélido invierno sueco.
En concreto y como ya hiciera BMW hace algunos días con el iX5 Hydrogen, estos test se han llevado a cabo en el centro de pruebas de invierno del Grupo BMW en Arjeplog, Suecia, resultando ser clave para el desarrollo en serie del modelo. Estas condiciones extremas son ideales para conocer cómo responde tanto el tren motriz eléctrico, la batería de alto voltaje, la potencia y la tecnología de carga. Del mismo modo, la nieve y los lagos helados son pistas de prueba ideales para probar, perfeccionar y sincronizar todos los temas relacionados con la transmisión, la dirección o el chasis. Elemento, este último, que será completamente diferente al del resto de modelos que empleen motores térmicos.
Este será el caso de la próxima generación del MINI Countryman que a buen seguro veremos rodar bajo un intenso camuflaje en las próximas semanas. El todocamino inglés tendrá igualmente posibilidad de escogerse con motores de combustión o cero emisiones. De momento quedamos a la espera de saber cómo se ha comportado el futuro MINI de 3 puertas 100% eléctrico.
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