El Gobierno británico informó de que ha pospuesto hasta otoño la firma del contrato y la decisión final sobre la construcción en Inglaterra de Hinkley Point, la primera nueva central nuclear en el Reino Unido en 20 años.
La firma energética francesa EDF aprobó ayer la financiación para la construcción de la planta pero, tras la decisión del Ejecutivo liderado por Theresa May, el director de la compañía, Vincent de Rivaz, canceló su viaje de hoy a Hinkley Point (oeste de Inglaterra), donde iba a sellar el acuerdo de forma oficial.
El ministro británico de Empresas y Energía, Greg Clark, afirmó que el Gobierno "valorará con cuidado" la propuesta antes de respaldarla, después de que los críticos avisaran de que el levantamiento de la central produciría daños medioambientales y un encarecimiento de los costes.
La construcción de la central tiene un coste estimado de 18.000 millones de libras (21.420 millones de euros).
El plan prevé crear cerca de 25.000 puestos de trabajo, proporcionar un 7% del total de la energía que se demanda en el Reino Unido y su potencia permitiría cargar 640 millones de teléfonos móviles e iluminar casi 300 millones de bombillas a la vez.
Inicialmente la firma francesa debía tener una participación de entre el 40% y el 50%, pero a finales del año pasado se elevó ese porcentaje al 66,5%, lo que significa un mayor esfuerzo financiero en un momento en que la eléctrica está afectada por la bajada de los precios de la electricidad al por mayor.
La construcción de Hickney Point, que se puso sobre la mesa por primera vez en 2006 durante el Ejecutivo del laborista Tony Blair, llevó en marzo a la dimisión del director financiero de EDF, Thomas Piquemal, ante el temor a que la inversión pueda dañar a la compañía francesa.
En el Reino Unido, Clark subrayó tras conocer la decisión de EDF de financiar la planta que el país "necesita una fuente de energía segura y fiable" y que "el Gobierno cree que la energía nuclear es una parte importante del combinado energético".
LuisB
29/07/2016