El Gobierno cobrará casi 5 millones a Red Eléctrica por los derechos de tirar el cable submarino con Francia

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha otorgado a Red Eléctrica (REE) la concesión para la instalación de un cable eléctrico submarino que conectará España y Francia a través del golfo de Bizkaia. Este proyecto, denominado Fase I de la interconexión eléctrica España–Francia, permitirá el tendido de una línea subterránea y submarina de corriente continua con capacidad de 400 kV entre Gatika, en el País Vasco, y la frontera francesa.

Según la resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 16 de diciembre de 2024, la concesión abarca una superficie de 4.824 metros cuadrados de dominio público marítimo-terrestre. Red Eléctrica deberá abonar un canon anual de 323.786,88 euros por esta ocupación, lo que supondrá un ingreso total cercano a los 5 millones de euros en los 15 años iniciales de vigencia del permiso. Este plazo podrá ser prorrogado por períodos iguales o inferiores, hasta un máximo de 50 años, siempre que se mantengan las condiciones de interés público que justificaron el otorgamiento.

Primera interconexión submarina hispanofrancesa

El proyecto marcará un hito en la historia energética de ambos países, ya que será la primera interconexión eléctrica submarina entre España y Francia. Su objetivo principal es aumentar la capacidad de intercambio eléctrico entre ambas naciones, pasando de los actuales 2.800 MW a 5.000 MW. Esto supondrá un avance significativo en la seguridad, estabilidad y calidad del suministro eléctrico, no solo entre España y Francia, sino también con el resto de Europa.

El enlace conectará la subestación eléctrica de Gatika, ubicada a 10 kilómetros de la costa vasca, con la subestación de Cubnezais, situada al norte de Burdeos. Desde la costa española hasta la costa francesa del Médoc, el enlace será principalmente submarino, con una longitud aproximada de 300 kilómetros. Sin embargo, incluye un corto tramo subterráneo en territorio francés para evitar el cañón submarino de Capbreton.

Infraestructura

Cada cable será colocado en el lecho marino con la ayuda de un buque cablero, y por regla general, serán enterrados como medida de protección. En las zonas donde el suelo sea demasiado duro, los cables serán recubiertos. El trazado terrestre en España conectará la futura estación de conversión de Gatika, a construirse junto a la subestación existente, con un punto de transición tierra-mar en Urbieta-Lemoiz.

En el lado francés, el trazado subterráneo, de unos 80 kilómetros, pasará por debajo de los ríos Dordoña y Garona antes de llegar al litoral aquitano y conectar con la subestación de Cubnezais.

El enlace submarino será de corriente continua, mientras que en cada extremo del trazado se instalarán estaciones conversoras para transformar la corriente continua en alterna y conectarla con las redes nacionales de transporte eléctrico de España y Francia. Estas estaciones ocuparán una superficie aproximada de cinco hectáreas y tendrán una altura de 20 metros.