El secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, ha dicho este miércoles que nueve de las catorce centrales térmicas de carbón que hay en España cerrarán en junio de 2020, al no haber hecho las inversiones precisas para continuar, y que las cinco restantes podrían hacerlo entre 2020 y 2025.
Domínguez Abascal, en una conferencia organizada por Esade en Madrid, ha señalado que de esas catorce centrales, que tendrían que haber hecho las inversiones requeridas por la normativa europea en desnitrificación y desulfurización para poder continuar con su actividad, sólo cinco las han hecho.
Estas cinco centrales, entre las que se encuentran las de As Pontes, en A Coruña, Litoral, en Almería, y Los Barrios, en Cádiz, cercanas a la costa, cerrarán más adelante, aunque no ha precisado cuándo, pero podrían cesar en su actividad entre 2020 y 2025.
Entre las centrales cuyos propietarios han solicitado su cierre, se encuentran la de Anllares, en León, Compostilla y Andorra por parte de Endesa tienen muchas papeletas e Iberdrola ya solicitó el cierre de las de Lada, en Asturias, y Velilla en Palencia, mientras que EDP sí que ha llevado a cabo la modernización de sus instalaciones en Aboño, en Asturias.
Parece que el Gobierno tiene claro el futuro de las centrales térmicas, algo en lo que no hay discusión ya que son las fuentes de energía más contaminantes. Pero sobre el futuro de las centrales nucleares existe un hermético silencio.
El Gobierno no quiere dar pistas hasta que esté el Plan Nacional de Energía y Clima. En el sector dan por hecho que no será inmediato, que se mantendrán al menos algunos años más de los 40 de vida útil, pero la ministra Ribera aún no ha dado el ok. Siguen viendo los números.
Lo último que se conoce del Gobierno es lo que dice el borrador de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. "Un modelo energético basado en el carbón, el petróleo y las centrales nucleares es un modelo propio del siglo XX y no responde a las necesidades de la sociedad en el siglo XXI".
Parece que da a entender el Gobierno que no cuenta con la nuclear en el futuro energético español. Pero de momento no hay solución. Es la última hoja de la margarita, la gran decisión que queda por tomar.
Y es que no es una decisión fácil ya que sin energía nuclear el precio de la electricidad se encarecería y aumentarían las emisiones algo que choca con el objetivo que se ha impuesto este martes el Gobierno.
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