Los ciberataques, los ataques terroristas a las infraestructuras críticas o las amenazas de cualquier otro tipo son cada vez más frecuentes. Los sistemas de seguridad que se han utilizado hasta ahora se han quedado obsoletos con la incorporación de la tecnología y de la conexión a redes remotas o redes públicas.
El ciberespacio es utilizado por el terrorismo internacional, las redes de espionaje y el crimen organizado como medio para alcanzar sus objetivos, y nuestro sistema energético no es ajeno a este fenómeno. Las infraestructuras energéticas funcionan a través de los Sistemas de la Información y de Comunicaciones para su operativa diaria, por lo que son vulnerables a los ataques cibernéticos, unos ataques que pueden provocar la pérdida de control de los sistemas.
Por eso, el gobierno ha dado un paso más allá y ha aprobado la Orden PRA/30/2018, de 22 de enero, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Seguridad Nacional, por el que se crea y regula el Comité Especializado de Seguridad Energética. Un Comité que dependerá del Consejo de Seguridad Nacional quien decidió en su reunión del 1 de diciembre de 2017 la necesidad de este Acuerdo.
Pero esta seguridad energética nacional, no solo atenderá a los ataques deliberados a las infraestructuras del sector. Según la Estrategia de Seguridad Energética Nacional aprobada en 2015, está "orientada a garantizar el suministro de energía de manera sostenible económica y medioambientalmente, a través del abastecimiento exterior y la generación de fuentes autóctonas, en el marco de los compromisos internacionales asumidos".
Los riesgos y amenazas a esta seguridad, por tanto, no solo son deliberados (ciberamenazas o amenazas físicas a las infraestructuras energéticas) sino también económicos (inversiones inadecuadas en infraestructuras y actividades fraudulentas), geoestratégicos (inestabilidad política en los países productores, diversificación de los recursos, amenazas o conflictos políticos en las rutas de aprovisionamiento), técnicos (insuficientes interconexiones, riesgos en la generación nuclear o accidentes industriales graves), y ambientales (catástrofes naturales).
La nueva figura del Comité Especializado de Seguridad Energética, según se explica en el BOE, "permitirá una mejor asistencia a nivel político estratégico de la Seguridad Nacional, en lugar de la simple agregación de contribuciones separadas de los diferentes actores implicados".
Entre sus funciones específicas, servirá para contribuir a reforzar el funcionamiento del Sistema de Seguridad Nacional en el ámbito de la seguridad energética, para verificar el grado de cumplimiento de la Estrategia de Seguridad Energética Nacional, para elaborar propuestas normativas y reforzar las relaciones con las Administraciones Públicas en el ámbito de la seguridad energética, así como para ayudar a la coordinación, colaboración y cooperación entre los sectores público y privado.
El Comité lo presidirá el secretario de Estado de Energía, es decir que actualmente será Daniel Navia quien se encargue de su puesta en marcha y quien se deba reunir, al menos, una vez cada dos meses para atender a las necesidades que en materia de seguridad energética.
Los ciberataques aumentan en 2017
Según la empresa privada especializada en ciberseguridad Kaspersky, cada año aumenta la complejidad y el número de ataques lanzados contra el mercado industrial. De hecho "durante los primeros seis meses de 2017, se detectaron ataques contra el 37,6% de ordenadores con ICS (Internet Connection Sharing), y después de la industria manufacturera y el sector público, el sector energético es el más atacado".
Los sistemas ICS de las empresas energéticas, compañías eléctricas e infraestructuras de petróleo y gas a nivel mundial llegaron a representar el 11,8% de todos los ataques, aunque España se encuentra fuera del top 10 de países más atacados. La causa se encuentra en el libre acceso y conexión de las redes industriales a Internet, lo que supone una importante amenaza para toda la infraestructura en su conjunto, dice Kaspersky.
Precisamente por eso, Alfonso Ramírez, director general de Kaspersky Lab Iberia, explica que "su correcto funcionamiento es primordial para ciudades enteras, porque en el sector energético prima la disponibilidad, ya que cada minuto de inactividad sería un desastre y cada interrupción en cualquiera de sus operaciones sería una catástrofe. La importancia de estos sistemas que controlan y gestionan las operaciones es clara, pero para garantizar su funcionamiento al 100% hay que tener en cuenta un pilar fundamental: la ciberseguridad".
Un capítulo que cada vez tendrá más peso en las decisiones del nuevo Comité Especializado en Seguridad Energética, pero que tendrá que compartir espacio con otras decisiones relacionadas con un suministro estable, seguro, con sostenibilidad económica, menor dependencia del exterior y más energías autóctonas.
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