Con el horizonte en los objetivos de neutralidad climática en 2050, son muchos los sectores que han iniciado su transición hacia modelos más sostenibles y eficientes. Uno de ellos es la construcción, una actividad que conlleva un consumo energético, de materiales, una alteración visual y una modificación del medio muy elevados.
En cifras, los edificios de la Unión Europea son los responsables del 40% del consumo de energía y del 36% de las emisiones de gases invernadero, según datos del Parlamento Europeo. Por ello, el Parlamentó respaldó, el pasado marzo, planes para conseguir un sector de la construcción neutro para el clima en 2050 e impulsar la mejora del rendimiento energético de los edificios europeos.
En este sentido y con el fin de contribuir a esta necesaria descarbonización de la construcción, el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) ha puesto en funcionamiento el proyecto Hábitat Sostenible, que se enmarca en el convenio de colaboración con la Dirección General de Vivienda con el expediente CPI: 23-VISCHAB19-02-07-SO-0. S1537000 "Promoción del hábitat sostenible y la construcción 4.0" de los presupuestos de la Generalitat para el ejercicio 2023.
El proyecto pretende responder al objetivo de la Generalitat Valenciana de fomento de la sostenibilidad e innovación aplicada al sector de la construcción, a través de la identificación y análisis de soluciones técnicas innovadoras aplicables al ámbito del hábitat sostenible y la construcción 4.0. que puedan ser implementadas en el tejido productivo para favorecer la transición ecológica de la arquitectura.
Jornada de innovación
Además, el ITE ha organizado la jornada bajo el título ‘Innovación energética para la descarbonización de los edificios’.
En la mesa han participado, por parte del ITE, Andrés Lluna, Laura Martín y Alejandro Rubio, del departamento de usos eficientes de la energía; José Guillermo Berlanga y Antonio Martinez de Grupo Gimeno, Elena Polo y Aaron Murillo de AEIOLUZ; Arsenio Navarro de EGMA Parque Tecnológico-AIMPLAS; Arturo Sanchís y Beatriz Olmo del Ayuntamiento de Lliria; Jordi Blasco y Hugo Saiz de Fisabio; Patricia López y Dioniso Diez de Prefaes y Laura Arrieta, del estudio de arquitectura Kuma.
Sin duda, la necesidad de implicar y concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de la eficiencia energética y las Comunidades Energéticas Locales (CEL's) ha sido la idea transversal al encuentro y en la que todos los participantes han coincidido.
En España, todavía tenemos un parque inmobiliario envejecido y con muchas deficiencias en materia energética que hay que paliar. Para que los ciudadanos, pero también las administraciones públicas, apuesten por renovar desde el punto de vista energético sus viviendas, adquieran edificaciones nuevas que contemplen estas cuestiones o se adhieran e impulsen comunidades energéticas locales, tienen que comprender la necesidad, pero también ventajas, de apostar por este tipo de modelo todavía incipiente.
Para ello, los participantes han propuesto utilizar técnicas como, por ejemplo, la gamificación o la exposición de datos para ilustrar de manera más accesible las ventajas de la eficiencia energética.
Porque, como han explicado, todavía es difícil encontrar colectivos que apuesten por este modelo, ya que supone una inversión importante. Sin embargo, los resultados y el ahorro, sobre todo, a largo plazo tanto económico como medioambiental son indiscutibles.
Comunidades energéticas
Una de las bazas para alcanzar los objetivos 2030-2050 son, sin duda, las comunidades energéticas. No obstante, se ha apuntado que el proceso administrativo para ponerlas en funcionamiento todavía es muy complejo y nada ágil y los recursos disponibles económicos de la mayoría de los ciudadanos para estas cuestiones son limitados.
Además, han incidido en que la mayoría de los ciudadanos, colectivos o instituciones que entran en este campo lo hacen, principalmente, por el ahorro económico que supone. No obstante, conforme descubren los beneficios de estas comunidades, entienden que no basta con consumir menos sino consumir mejor.
Para ello, es fundamental, que a las creaciones de las comunidades energéticas locales se sume un acompañamiento para dinamizarlas y que realmente tengan éxito.
Eficiencia
Otro de los asuntos que se abordaron durante la jornada fue el uso de las nuevas tecnologías para contribuir a la disminución del gasto energético. En este sentido, los ponentes explicaron que mediante tecnologías como el big data, los gemelos digitales o la inteligencia artificial se pueden determinar y prever consumos o averiguar dónde se localizan los picos de consumo y por qué se producen, en definitiva, tener la trazabilidad energética de una edificación para poder mejorar su eficiencia.
En definitiva, los expertos apuestan por generar comunidades energéticas en las que los usuarios estén implicados para conseguir reducir consumos de forma importante y lograr ser más eficientes. Para ello, todos los actores deben compartir conocimientos, ideas, recursos y, sobre todo, apostar por la innovación y las nuevas tecnologías
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