El nuevo secretario general del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Manuel Rodríguez Martí, ha reconocido en su comparecencia en la Comisión de Energía, que la documentación del expediente para la reapertura de la central de Garoña (Burgos) se gestionó de manera "distinta" a lo habitual.
El hasta ahora subdirector de Instalaciones Nucleares del CSN ha comparecido en la Comisión de Energía del Congreso, en la que se que ha dictaminado de manera favorable a su nombramiento como secretario general del regulador nuclear, con la abstención del grupo socialista y Ciudadanos; y el voto en contra de Unidos Podemos.
Rodríguez Martí, quien llega al cargo desde su posición de técnico del CSN al que se llegó en 1985 como ingeniero industrial, ha defendido en su intervención su idoneidad para el cargo y la no existencia de incompatibilidades para su desarrollo del mismo.
Tras su discurso se ha abierto un turno de preguntas en el que diputados de los tres grupos que no han votado a favor han cuestionado el "secretismo" con el que se ha tramitado el expediente de la reapertura de la planta de Garoña.
El nuevo secretario general del CSN ha admitido en su respuesta "que se estableció un sistema distinto con la documentación que se iba generando -en el expediente de reapertura de Garoña- para limitar el acceso" al mismo.
Y es que, mientras la documentación relativa al resto de expediente es de libre acceso para los técnicos, como ha reconocido Rodríguez Martí, no lo fue en el caso de Garoña, donde los documentos se manejaron en papel y no se pusieron a disposición de la totalidad de los técnicos.
"Era un expediente que necesitaba confidencialidad y tuvo un sistema de gestión documental especifico", ha defendido el nuevo secretario general del CSN, quien fue el encargado de dirigir la tramitación del dictamen sobre Garoña.
Rodríguez Martí ha justificado que el informe favorable a la conexión a la red de la planta burgalesa, si realizaba las mejoras que se le pedían, "fue consecuente con las funciones del CSN, estuvo centrado en la evaluación de los técnicos y no tuvo segundas intenciones ajenas a la responsabilidad a informar en materia de seguridad y protección radiológica".
Ha dicho también que las discrepancias de parte del cuerpo técnico sobre cómo se gestionó ese expediente y otros relativos a las centrales de Almaraz (Cáceres) o Vandellós (Tarragona), "fueron puestos de manifiesto por técnicos que no intervenían en el proceso".
El nuevo secretario general del CSN ha negado que "exista una barrera entre personal técnico y jerarquía" del organismo regulador, como le han dicho varios diputados, y ha insistido en que el regulador "funciona en el desarrollo estricto de sus funciones, sin entrar en el debate de la política energética, que es una competencia que no le corresponde".
Rodríguez Martín ha dicho que su objetivo como secretario general del CSN será "mejorar aspectos en la comunicación interna" del regulador, y "mantener sus actuaciones en el máximo rigor técnico".
El diputado de Unidos Podemos Juan López de Uralde ha justificado el voto contra de su grupo al nombramiento argumentando que el nuevo secretario general del CSN ha tenido "un papel clave en el aval para la reapertura de Garoña, aún cuando no había cumplido los propios requisitos de seguridad que le impuso el regulador".
"Pensamos que Rodríguez Martí es una pieza más en la complicidad que existe entre la dirección de las centrales nucleares y la del CSN", ha concluido el diputado.
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