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El sistema CAE se ha consolidado como una herramienta eficaz para incentivar actuaciones basadas en la eficiencia energética y acelerar la descarbonización, al permitir reducir las inversiones y mejorar los retornos esperados. Pese a ello, aún existe un alto desconocimiento de que es este sistema y las figuras que lo conforman.

El titular inicial del ahorro y el sujeto obligado son las figuras clave, no obstante, este sistema pretende incentivar soluciones de eficiencia energética, y en este contexto, la figura del sujeto delegado adquiere un papel fundamental.

Los sujetos delegados son empresas que, en muchos casos, ya apostaban por la eficiencia energética mucho antes de la existencia del mercado de los CAE, logrando ahorros significativos para sus clientes e incluso asumiendo el riesgo de la inversión en lugar del cliente.

A través del Sistema CAE los sujetos delegados permiten maximizar tanto el ahorro como los ingresos que un cliente puede obtener por dicho ahorro, asegurando profesionalidad, calidad y rigor en los cálculos y las evidencias necesarias para la demostración de los ahorros y la consecución de los certificados.

Tipología

Existen distintos tipos de sujetos delegados, entre otros tipos están las ingenierías y consultorías, cuyo valor añadido radica en la calidad de los estudios; los brókers, que destacan por su capacidad de maximizar el precio de venta; y las empresas de servicios energéticos (ESEs), que aportan la capacidad de ejecutar proyectos, llevar a cabo su mantenimiento e incluso de financiar las inversiones necesarias, a través de un contrato de rendimiento energético, ofreciendo al cliente un servicio completo desde la ejecución.

De cara a lograr la certificación de los ahorros provenientes de un determinado proyecto, la mayor dificultad está en la recopilación de las evidencias que justifiquen dichos ahorros. Por ello, es beneficioso contar con los sujetos delegados desde las primeras fases del proyecto, para que acompañen durante todo el proceso y aseguren que se disponga de la información requerida para justificar debidamente los ahorros. Cuando el sujeto delegado tiene también la capacidad de ejecutar las obras y/o el mantenimiento de las instalaciones, esta tarea se simplifica considerablemente.

La certificación de los ahorros se obtiene tras una exhaustiva verificación y revisión de la documentación por parte de los gestores autonómicos. Por ello, cuanto mayor sea la precisión y fiabilidad de las evidencias presentadas, más sencillo resultará el proceso, dicho de otro modo, cuanto mayor sea el conocimiento que el sujeto delegado posee tanto de la actuación, como de la instalación al completo donde se realiza, más exitosa será la obtención de los CAE.

Jose María Muñoz Povedano es Gerente Senior de Ingeniería & Energía en SERVEO, miembro de ASDAE.

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2 comentarios

  • Eduardo

    Eduardo

    31/10/2025

    Opinión tendenciosa y arbitraria. No se cuenta la realidad de los CAEs donde el propietario que invierte su dinero para realizar las acciones de eficiencia energética y son los causantes directos del ahorro energetico son los menos beneficiados del sistema debido a que son los que menos importe reciben por la venta de sus CAEs.
    Decir que si los sujetos delegados están implicados dentro del proyecto es más fácil la obtención de los CAEs, primero es incierto, y segundo si fuese así, se está diciendo que el sistema es erróneo porque, en teoría, esta todo estandarizado y, cumpliendo dicha documentación administrativa que tiene que ser siempre igual, se obtienen los CAEs independientemente de la implicación de los sujetos delegados.
    En el mundo ideal y justo sería que los propietarios fuesen los que vendiesen sus CAEs al precio más elevado, es decir, a como pagan los sujetos obligados al FNEE si no lo hacen con CAEs y que estos sujetos delegados tuviesen una rebaja si emplean CAEs. Asi no sería una estafa para el usuario final, que ademas para poder justificar sus CAEs debe pagar los sevicios de certificacion de ahorros.

    Todo esto es un sistema para abaratar los costes del FNEE de los sujetos obligados donde sacan tajada ademas de ellos mismos, los sujetos delegados. Y ya no nos metemos con los posibles fraudes de estos sujetos delegados ante el desconocimiento de la mayoria de los usuarios finales. Todo un timo, que habría que contar, ¿no cree señor Muñoz?
  • Joaquín

    Joaquín

    06/11/2025

    Eduardo me temo que estas bastante equivocado en lo que comentas y en tu conocimiento del sistema.

    En primer lugar hay diferencia entre ahorro y CAE, no es lo mismo. Por mucho que las fichas estandaricen el proceso, la realidad es que transformar el ahorro en CAE no es para nada un trabajo administrativo que sea siempre igual, cada ficha requiere su interpretación, su entendimiento y en ocasiones muchos requisitos adicionales que han de ser planteados por ingenieros con experiencia en eficiencia energética, y si hablamos de actuaciones singulares, mayor es la necesidad. Esto cuesta dinero, y estos costes, junto con la verificación, los asumen los delegados y obligados, nunca el usuario final.

    También hay que entender que para que funcione el sistema debe ser atractivo para los sujetos obligados, y por tanto, que la compra de CAE sea mas económica que pagar al FNEE.

    El MITERD publica cuanto se están pagando por lo ahorros (que no por los CAE), y esto es entre 115 y 140 €/MWh, la equivalencia financiera esta a 189€/MWh, ¿Dónde se van los 75-50€/ MWh de diferencia?, pues evidentemente en todo lo mencionado.

    El sistema no es perfecto, hay mucho margen de mejora, pero es una gran iniciativa que incentiva enormemente el mercado de la eficiencia energética.

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