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El plan británico del coche eléctrico supondrá gastos enormes para evitar la escasez de energía

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Reino Unido tendrá que inyectar miles de millones de libras en nuevas plantas de energía, redes de distribución y los puntos de carga de vehículos eléctricos si quiere evitar desabastecimientos de energía algunos puntos cuando entre en vigor la prohibición de nuevos coches de diésel y gasolina.

Dar soporte a millones de vehículos eléctricos durante las próximas dos décadas es técnicamente factible, y si es posible convencer a los conductores de que los recarguen durante la noche - cuando aumenta la capacidad disponible de energía ociosa - podría limitarse el enorme coste en infraestructuras.

Las redes locales pueden ser objeto de problemas en especial, de manera que el país necesitará diversas tecnologías para gestionar el consumo y cubrir el aumento proyectado de hasta un 15% en la demanda conjunta y evitar picos de hasta 40% en las horas punta.

“Será un reto y se requerirá una gran inversión - en capacidad de generación, fortaleciendo la red de distribución y la infraestructura de recarga”, dijo Johannes Wetzel, analista de mercados de energía de Wood Mackenzie.

En julio, el gobierno dijo que prohibiría la venta de nuevos automóviles y furgonetas de gasolina y diésel a partir de 2040. El objetivo es reducir la contaminación del aire, una fuente de creciente preocupación para la salud pública, y ayudar al Reino Unido a reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 20% hasta 2050, en comparación con los niveles de 1990, según el objetivo que se ha impuesto el país.

Aunque seguirán circulando algunos automóviles convencionales, el número de vehículos eléctricos (VE) podría ascender a 20 millones en 2040 frente a los alrededor de 90.000 de hoy, según los expertos estiman. Dar energía a todos los nuevos vehículos requerirá electricidad adicional.

Reino Unido ya se enfrenta a una crisis de suministro de energía a principios de la próxima década, ya que los viejos reactores nucleares llegarán al final de su vida útil y las restantes centrales de carbón se eliminarán en 2025.

Hace cuatro años, mucho antes de que anunciara la prohibición de vehículos convencionales, el gobierno dijo que se necesitarían más de 100.000 millones de libras (130.000 millones de dólares) de inversión para asegurar suministros de electricidad limpios y seguros y para reducir la demanda.

Estas cifras parecen optimistas. Tan solo el coste de Hinkley Point C, la única central nuclear en construcción en el país, se estima en 19.600 millones de libras. [nL8N1JU14Z]

Las plantas de gas son más baratas y más rápidas de construir, pero el crecimiento en inversión en nuevas centrales es nulo y aún producen emisiones de carbono. La energía renovable presenta problemas a la hora de equilibrar la oferta y la demanda; los paneles solares, por ejemplo, no producen energía durante la noche, el momento ideal para que los conductores recarguen sus coches eléctricos.

INCENTIVOS EN HORAS VALLE

Las estimaciones varían a la hora de calcular los números de vehículos eléctricos en el futuro, así como los híbridos y los accionados por células de combustible de hidrógeno que no requieren conexión a la red eléctrica. Sin embargo, varios analistas encuestados por Reuters dijeron que para 2040 podrían necesitarse 50 teravatios hora adicionales (TWh).

Analistas de Bernstein dicen que en conjunto la demanda podría aumentar en 41-49 TWh, es decir, un 13-15% de los niveles actuales. No obstante, un aumento del 15% se traduciría en un salto del 40% en la demanda máxima si los conductores cargaran sus coches entre las 6 y las 9 pm, cuando el consumo de electricidad está en su nivel más alto.

Este problema se puede aliviar mediante el fomento de la carga en la noche, cuando la demanda es actualmente sólo alrededor de un tercio de los períodos pico. “No vemos la transición a los EVs como un estresamiento significativo en la demanda pico si la carga se incentiva para que ocurra en horas pico”, dijeron.

Reino Unido ha hecho progresos en eficiencia energética. La demanda de energía total y pico cayó alrededor del 14 por ciento entre 2005 y 2016, pese a que la economía creció en la misma cuantía.

“Hay definitivamente energía ociosa en el sistema de transmisión y distribución que permite tolerar un aumento en la demanda máxima”, afirman en Bernstein. Su “escenario extremo” proyecta un aumento del 40 por ciento en la demanda pico, equivalente a 24 gigavatios (GW). Pero National Grid, que opera la red de distribución, ha dicho que el aumento de la demanda máxima puede limitarse a 5 GW si las tarifas son adecuadas.

Será esencial, por ello, incentivar con unas tarifas más baratas la recarga de los VE fuera de las horas punta. “Se podría producir una demanda muy alta si no ocurren otras cosas, como las redes inteligentes, la recarga inteligente y el almacenamiento de energía, aunque esperamos que estas soluciones tecnológicas se desarrollen para soportar la creciente demanda de energía dentro de niveles pico razonables”, dijo Richard Sarsfield-Hall, directivo en Poyry Management Consulting.

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