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La crisis climática es una realidad que azota al planeta, pero ¿son suficientes las medidas que estamos adoptando? Como demuestran los últimos acontecimientos climatológicos extremos que estamos viviendo, estas medidas no son suficientes y además se están implantando de forma lenta, tal y como ha alertado la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en el documento ‘World Energy Outlook 2021’. Es el momento de actuar y avanzar con paso decidido en la transición hacia un modelo energético sostenible que garantice la conservación del planeta y frene los efectos del cambio climático.

Tal y como señala la Comisión Europea, el ser humano influye con sus actividades cada vez más en el clima y la temperatura del planeta. En este sentido, el período de 2011-2021 ha sido el más cálido registrado, alcanzando en 2019 una temperatura media mundial 1,1°C por encima de los niveles preindustriales.

Ante esta situación, urge reducir la emisión de gases de efecto invernadero que incrementan el calentamiento global, generando graves impactos negativos sobre el medio ambiente y la salud y el bienestar de los seres humanos. Por este motivo, la comunidad internacional ha reconocido la necesidad de mantener el calentamiento por debajo de los 2º C y realizar esfuerzos para limitarlo a 1,5ºC.

Y en España esta necesidad se hace aún más urgente****. El pasado mes de diciembre fue el tercero más cálido de los últimos sesenta años en los que existen registros en España, según reveló a principio de este año el balance climático de la Agencia Española de Meteorología (AEMET). Las anomalías más acusadas se registraron en amplias zonas de Galicia, Castilla y León, Extremadura, Madrid, Andalucía occidental, Castilla-La Mancha, sur de Aragón, Comunidad Valenciana y Región de Murcia, donde la temperatura llegó a ser hasta tres grados superior a la que hubo de media en diciembre durante el periodo de referencia.

Tenemos que actuar ahora, antes de que sea demasiado tarde. Y para lograr este objetivo es fundamental que tanto los gobiernos centrales y autonómicos, como las empresas privadas avancen en la transición energética, con una clara apuesta por las energías renovables. Del mismo modo, en la configuración de este nuevo panorama energético nacional también es necesario contar con la involucración de las comunidades locales, haciéndolas partícipes de la descarbonización de la economía española.

Es el momento de actuar y avanzar con paso decidido en la transición hacia un modelo energético sostenible que garantice la conservación del planeta y frene los efectos del cambio climático.

En este contexto, la energía solar juega un papel esencial en la senda de la transición energética por su bajo coste en comparación con otras fuentes renovables y por su gran resiliencia. Es una fuente de energía que mejora la competitividad de la economía al reducir los costes y tal y como revela la Agencia Internacional de Energías Renovables, actualmente, es la fuente renovable más barata. Esto supone sin duda una oportunidad para los consumidores para reducir su factura, al mismo tiempo que, contribuyen a impulsar la transición energética.

De la misma forma se abre el camino hacia nuevos usos de la energía limpia que permiten descarbonizar sectores donde la electricidad verde no se podría aplicar. Un claro ejemplo de esto es el hidrogeno verde, que tiene el potencial para reemplazar al gas natural y convertirse en el combustible transportable del futuro y así contribuir de manera fundamental a limitar el aumento de la temperatura global.

La energía solar fotovoltaica no sólo es clave para llegar a la neutralidad en carbono, sino una vía imprescindible para lograrlo, asegurando un futuro respetuoso con el medioambiente y la biodiversidad. Así lo demuestran dos estudios presentados en el VIII Foro Solar de UNEF y realizados por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la empresa de estudios medioambientales EMAT, que concluyen que las plantas fotovoltaicas tienen un impacto positivo sobre la biodiversidad de los territorios donde se instalan.

Por todo ello, desde Lightsource bp llevamos años trabajando de la mano de nuestros socios y de las comunidades en las que estamos presentes para crear y desarrollar proyectos que cuiden el territorio e impulsen la biodiversidad local. Es por esto que en cada planta fotovoltaica adoptamos medidas medioambientales específicas que garanticen la protección de los ecosistemas e impulsen la fauna y flora. En los proyectos fotovoltaicos realizamos estudios de impacto ambiental con consultores especializados que nos permiten garantizar la integración con el entorno, así como adoptar medidas específicas que favorezcan la proliferación de polinizadores, que aseguren la protección de las aves y que garanticen la convivencia con actividades agrícolas como la apicultura y el pastoreo. De este modo, contribuimos a mantener el terreno fértil y cultivado, contrarrestando la desertificación y protegiendo los ecosistemas en el largo plazo.

Un claro ejemplo de ello se encuentra en nuestro proyecto Vendimia, un clúster compuesto por cinco plantas solares ubicado en Aragón, donde, además de plantar especies autóctonas e instalar una pantalla vegetal para proteger la vía pecuaria que atraviesa el terreno, colaboramos directamente con la ONG DEMA para preservar las aves esteparias mediante la creación de una zona de cría segura para la anidación.

La energía solar fotovoltaica no sólo es clave para llegar a la neutralidad en carbono, sino una vía imprescindible para lograrlo

En Lightsource bp estamos convencidos de que la transición energética no solo es la única vía para frenar el cambio climático, sino que además representa una oportunidad de desarrollo económico para nuestro país. Tal y como revela el Informe Anual de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) el sector fotovoltaico se está posicionando como motor de la recuperación tras el impacto de la pandemia, contribuyendo significativamente al crecimiento del PIB nacional y a la creación de empleos, directos e indirectos. Además, nuestro país es clave para el abastecimiento de energía a Europa, tal y como ha revelado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su última visita a España. En este sentido, es esencial impulsar las interconexiones energéticas con el sur de Francia que permitirán convertir a España en el hub energético de Europa.

Por otra parte, cabe destacar que las plantas fotovoltaicas tienen un impacto económico y social positivo en las comunidades autónomas donde se ubican. Según el informe de Impacto ambiental, social y económico de los proyectos de energías renovables eólicos y fotovoltaicos en Aragón, realizado por Ibersyd y la universidad de Zaragoza, en Aragón estas dos tecnologías en su conjunto prevén crear más de 80.000 puestos de trabajo directos e inducidos de la inversión, la generación y el pago de impuestos y cánones hasta 2024, pasando a representar así el 6% del PIB y llegando a tener un peso similar sino superior al del sector de la automoción. Y todo esto ocupando solamente el 0,6% de toda la superficie de la comunidad.

Por todos estos motivos, en Lightsource bp hemos adquirido un compromiso con la sociedad y el medio ambiente y trabajamos para lograr el objetivo común más importante: acelerar la transición energética de nuestro país, proporcionando energía solar sostenible, segura y responsable, a la vez que protegemos el medio rural y desarrollamos la economía española.

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Un comentario

  • jose luis turbi

    11/03/2022

    Amigo ambientalista,ahora mas que nunca salen ustedes con sus predicciones apocalicticas; ahora mismo hay muchas renovables, veo que el preo del Kvh en españa esta mas caro que nunca, han sacado el carbon y ahora tienen energia mas cara, os pobres se quejan, pero todo es guerra ahora, todo se lo achacan a eso ,piensen en los pobres, no todo es verde.

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