El pasado sábado se celebró la Hora del Planeta, la mayor campaña de movilización ambiental ciudadana a nivel mundial organizada por WWF. Si aquella por la que el mundo entero apaga las luces durante una hora. En el caso de España, el horario fue desde las 20.30 horas hasta las 21.30 horas.
En España son ya más de 300 las ciudades que se han unido a la campaña, y apagaron sus principales monumentos y edificios públicos, algunos tan emblemáticos como la Basílica del Pilar de Zaragoza, la Catedral de Santiago de Compostela, la Alhambra y el Generalife de Granada, la Catedral de Palma de Mallorca, la Basílica de San Isidoro de León, la Sagrada Familia de Barcelona, y muchos de los edificios históricos que gestiona Patrimonio Nacional, como el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, la Granja de San Ildefonso en Segovia o el Palacio Real de Madrid. También quedarán a oscuras el luminoso de Schweppes en Callao (Madrid) o el luminoso de Tío Pepe de la Puerta del Sol de Madrid.
También se han sumado medio centenar de ONG y los partidos políticos PP, PSOE, Podemos, ICV, Equo, Convèrgencia Democrática de Catalunya o UPN se han comprometido a difundir la campaña y fomentar medidas de ahorro y eficiencia energética.
Además se han sumado centenares de empresas que muestran así su lado más verde en favor del medio ambiente. Toda una operación de marketing, teniendo en cuenta los resultados de la misma.
El resultado de la Hora del Planeta es un auténtico fracaso. Se trata de una campaña, que WWF hace con todo el cariño y el esfuerzo máximo, pero que a la hora de la verdad el resultado no se obtiene por ningún lado.
Solo hay que mirar el efecto de la Hora del Planeta en la demanda eléctrica de España a esa hora y compararla con la de otros sábados a esa misma hora.
Este sábado 19, en plena Hora del Planeta, la demanda eléctrica de España era de 31.487 MW. Las 20.50 horas.
Jose Manuel
21/03/2016