El Partido Popular (PP) ha presentado en el Congreso de los Diputados una Proposición no de Ley para el impulso definitivo al biometano en España, para su debate en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Según el texto al que ha tenido acceso El Periódico de la Energía, el PP pretende que el Congreso de los Diputados inste al Gobierno a las siguientes 8 medidas:
-
Impulsar la creación de un Programa Nacional para el biometano que fomente la colaboración y coordinación entre las distintas administraciones —estatal, autonómica y municipal— así como entre las diferentes áreas implicadas, tales como agricultura, medioambiente y energía. Este pacto deberá incluir la elaboración de políticas ambientales de obligado cumplimiento para los desarrolladores de plantas de biometano, abordando aspectos clave como la prevención de emisiones odoríferas, el establecimiento de distancias mínimas respecto de zonas urbanas, criterios de gestión del digestato para maximizar uso de fertilizantes orgánicos, el tráfico asociado al funcionamiento de la planta, la minimización del impacto visual, entre otras.
-
Desarrollar un marco regulatorio unificado para el biometano que proporcione seguridad jurídica, facilitando así la atracción de capital necesario para su desarrollo. Dado que el biometano se sitúa en la intersección de sectores estratégicos como energía, medioambiente, residuos y fertilizantes, resulta fundamental contar con una normativa coherente y específica que regule su desarrollo de manera integral y permita una aplicación homogénea entre territorios. Resulta esencial que esta normativa se encuentre alineada con la normativa europea de aplicación en cada caso.
-
Reducir los plazos de tramitación administrativa y medioambiental para nuevas plantas de biometano, simplificando y armonizando los criterios exigidos por las distintas Comunidades Autónomas. Este objetivo debe alcanzarse mediante la mejora e intensificación de la comunicación y coordinación entre las administraciones, tomando como referencia las buenas prácticas ya implementadas en otros países europeos.
-
Simplificar y priorizar las tramitaciones para la concesión del derecho de acceso y conexión a las redes de distribución y transporte de electricidad y gas de las plantas de biometano, atendiendo a criterios de resiliencia y desarrollo local, admitidos por la UE y regular el flujo inverso en las redes de distribución para fomentar la capilaridad.
-
Establecer un régimen fiscal que fomente el consumo de biometano y contribuya al proceso de descarbonización de la economía. Al igual que ocurre con otras energías renovables, el biometano precisa de incentivos fiscales que le permitan competir en condiciones de igualdad con su alternativa fósil, el gas natural, -o incluso con alternativas de electrificación más costo-eficientes por la necesidad de invertir en equipamiento que no exige el biometano-, en línea con las directrices europeas y las mejores prácticas adoptadas por países de nuestro entorno.
-
Promover la implantación de cuotas de consumo y estímulos a la demanda de biometano en diversos sectores económicos, facilitando así la descarbonización de la economía española. El desarrollo del biometano requiere de señales claras y estables que impulsen la demanda, garantizando un mercado creciente y sostenible para esta fuente de energía renovable. En el transporte, conforme a lo establecido en la Directiva RED III, implementando un sistema de cuotas similar al modelo alemán que fomente el desarrollo de señales de precio. En los demás sectores, añadir cuotas de consumo para el sector industrial y los edificios, de modo que estos puedan alcanzar los objetivos de energía renovable en sus consumos térmicos cuando las alternativas eléctricas no sean factibles técnica o económicamente.
-
Actualización, homogeneización y adaptación de las leyes nacionales de productos fertilizantes (Real Decreto 506/2013) al Reglamento de la UE de Productos fertilizantes 2019/1009. En este sentido, es relevante incentivar el uso de fertilizantes orgánicos frente al uso de soluciones convencionales. La legislación actualmente limita su aplicación, en contraste con unos límites más elevados para los fertilizantes sintéticos. El digestato, una vez tratado, puede ser un fertilizante orgánico que permite corregir desequilibrios minerales en los suelos de uso agrícola, conservar la estructura del suelo y mantener su fertilidad durante más tiempo. Especificar los requisitos necesarios para certificar enmiendas orgánicas y compost como fertilizantes, además de facilitar el uso del agua para el fertirriego, mejorando así la productividad agrícola. Fomentar el uso y financiar la maquinaria necesaria para la aplicación de fertilizantes orgánicos por parte de los agricultores, promoviendo la adopción del cuaderno de campo.
-
Fomentar la captura de CO2 en las plantas de biometano para generar economía circular que permita la producción de metano sintético (combustible RFNBO) con el CO2 capturado e hidrógeno verde.
Oportunidad país
El biometano tiene ante sí una de las mayores oportunidades. Aunque España está lejos de sus homólogos europeos, las posibilidades de producir biometano en España son casi infinitas.
Actualmente, la producción de biometano es una tecnología madura y ampliamente implementada en Europa, con más de 1.500 plantas operativas. En países como Dinamarca, el 37,5 % del gas consumido es renovable, y en Alemania, el biometano alcanza el 20 % del consumo final. Sin embargo, en España su implantación es limitada y poco conocida, a pesar de su gran potencial.
Europa ha situado a España entre los tres países con mayor capacidad de producción, pudiendo descarbonizar el 50% de la demanda para 2050. Este potencial se refleja en el aumento de proyectos en desarrollo, con una inversión estimada de 4.500 millones de euros para 2030.
Un verdadero impulso
Para los populares, el apoyo gubernamental ha sido limitado, y "el biometano carece de un marco regulatorio específico que impulse su desarrollo. Aunque se han dado algunos pasos, como la Hoja de Ruta del Biogás, que establecía un objetivo de 10 TWh de producción anual de biogás para 2030, y la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que lo incrementó a 20 TWh anuales, estos esfuerzos son insuficientes y están por debajo de los objetivos europeos y del potencial real del país".
Actualmente, España cuenta con solo 12 plantas de biometano y una producción de menos de 0,5 TWh/ año, muy por detrás de países como Francia, Italia o Alemania. Aunque el PNIEC propone un objetivo de 20 TWh de biogás para 2030, se estima que, en el mejor de los casos, solo se alcanzarán 12 TWh de biometano, lo que representaría menos del 3 % de la demanda total.
Esta cifra queda muy por debajo del objetivo del 10% establecido por el plan RePowerEU de la Unión Europea. La propia Comisión Europea, en su documento «Staff Working Document-2023 Country Report», recomendó para España un objetivo de 40 TWh de biometano para 2030, destacando el potencial de este gas renovable como herramienta clave para la descarbonización y señalando el potencial de producción vinculado al sector primario, al tratamiento de aguas residuales o vinculado a la economía circular.
galan
16/04/2025