Los diputados del Grupo Parlamentario Popular en Congreso, miembros de la Ponencia de relaciones con el Consejo de Seguridad Nuclear, visitaron este viernes la central nuclear de Ascó, ocasión en la que denunciaron la política energética del Gobierno de España, diseñada por la exministra Teresa Ribera, que “contrasta con el hecho de que la nueva Comisión Europea sigue el guion que estableció Mario Draghi en su Informe y que habla de dar continuidad a las centrales nucleares, porque dan estabilidad al sistema eléctrico eléctrico español, no emiten CO2, y sobre todo, permiten una energía competitiva a las industrias y sostenible a las familias”.
Así lo afirmó el coordinador de la Ponencia parlamentaria, Guillermo Mariscal, quien subrayó que “con el PP en el Gobierno Ascó no se cierra”, al acudir a la central junto con Juan Diego Requena, portavoz de Energía del PP en el Congreso; Esperanza Reynal, miembro de la ponencia; y Alejandro Fernández, presidente del Partido Popular de Cataluña. También fueron parte de la delegación la senadora Lorena Roldán; la portavoz en el Ayuntamiento de Ulldecona, Isabel Salas; la portavoz en el Ayuntamiento de L’Hospitalet de l’Infant, Silvia Pujol; y el portavoz en el Ayuntamiento de Gandesa, Miguel Tomás.
España, único país que piensa cerrar
El protocolo de cierre plasmado en el PNIEC prevé una media de 46 años de operación de las centrales españolas. Esta previsión contrasta con la tendencia internacional de extender la vida útil de las centrales nucleares. Mientras España planea cerrar sus reactores, otros países están apostando por prolongar su operación. Por ejemplo, en Estados Unidos, algunas centrales como North Anna (gemela de Ascó y Almaraz) tienen permiso para operar hasta los 80 años, y se está analizando la posibilidad de llegar a los 100 años.
En Europa, países como Francia, Suecia y Finlandia han aprobado o están en proceso de aprobar operaciones de hasta 60 años para sus centrales nucleares. España es el único país con reactores en operación que tiene previsto cerrar sus centrales nucleares. Esta información refuerza el argumento del Partido Popular sobre la importancia de reconsiderar la política de cierre de centrales nucleares en España, destacando el contraste con las tendencias internacionales en materia de energía nuclear.
Para Alejandro Fernández, en Cataluña “se ha instalado desde hace demasiado tiempo la cultura del no a todo, en la que se dice no a la nuclear y no a las renovables”. Por contra, “en el Partido Popular somos partidarios de la racionalidad, ya que es evidente que España puede ser un campeón mundial en materia de energía renovables, pero lo que no se puede hacer es desvestir un santo sin haber vestido el otro”.
Por lo tanto, subrayó que “las centrales nucleares son garantía de seguridad, garantía de energía limpia, garantía de empleo y de ahí viene nuestro apoyo firme” a esta tecnología.
Industria catalana
Por su parte, Juan Diego Requena, aseguró que “hablar de Cataluña es hablar de industria, es hablar de desarrollo económico y es hablar de prosperidad y progreso para el conjunto de nuestro país”, pero esto debe ir de la mano de “una garantía de suministro energético a precios competitivos, libre de emisiones de CO2 y con cantidad y calidad suficiente de energía”. “Es decir, hablar de todo eso es hablar de energía nuclear”, y no es posible “prescindir en nuestro país, y menos en Cataluña, de esta importante fuente de energía que ha supuesto y ha significado para el conjunto de España y para Cataluña un gran apoyo para el desarrollo económico”.
A su juicio, el Partido Socialista “tiene una cerrazón en España y es la de cerrar las centrales nucleares”, mientras Teresa Ribera “las defiende en el extranjero y se porta como una gran defensora de la energía nuclear en Europa, siempre que le sirva para conseguir su cargo de comisaria europea”. Por eso, le pidió que en su nueva responsabilidad “ayude a España no perder esta fuente de energía tan fundamental y que se prorrogue la vida útil” de las centrales nucleares españolas.
Para finalizar, Guillermo Mariscal destacó que el encuentro celebrado antes de visitar la central de Ascó con los miembros del Partido Popular de Tarragona es garantía de que “seguirán denunciando y planteando el no cierre de esta central en ningún caso, porque supondría acabar con la competitividad económica de Cataluña”, al colocar a España “como el único país del mundo con centrales nucleares operativas que plantea su cierre, en vez de extender su vida útil o incluso plantear nuevos proyectos”.
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