Es un hecho que las empresas difícilmente tienen respuesta a preguntas críticas y complejas como: cuándo, qué producto y durante cuánto tiempo comprar, si no disponen de mecanismos que monitoricen de forma continua los mercados, las políticas comerciales que siguen los más de 20 suministradores existentes, y el acceso a las bolsas de energía, que pueden suponer importantes oportunidades de compra.
La elección del momento de compra de energía es una decisión estratégica para la que previamente necesitan diseñar una estrategia acorde con sus necesidades, máxime cuando puede variar su cotización para un periodo concreto hasta un 20%. Decidir la compra requiere conocer todas y cada una de las opciones del mercado, así como las ventajas y desventajas que suponen en cada momento.
Las empresas que más pueden beneficiarse de la Consultoría de Energía son, además de las españolas, las multinacionales con poder de decisión en España, con consumos superiores a los 300.000 €/año. En este contexto, los sectores que ya están optimizando sus costes con la Consultoría de Energía son el industrial, alimentación, salud, químico y automoción, entre otros.
Si analizamos el mercado eléctrico al cierre de 2017, el OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía - Polo Español) fue el más caro desde la liberalización de 2009. Las causas fueron: la crisis nuclear francesa que sufrimos durante los primeros meses del año, la caída de la producción hidráulica por la situación de los embalses en mínimos históricos, el encarecimiento de las materias primas (principalmente el carbón y el gas natural), y por último, el aumento de las exportaciones a Francia en noviembre y diciembre, a raíz de la parada de varias de sus centrales nucleares.
El sector afronta 2018 con incertidumbre pero con la sensación de que será un año con un precio en OMIE inferior al del año pasado. La aportación eólica y la posible recuperación hidráulica en función de la climatología son las principales incógnitas. El inicio del 2018 se caracteriza por una recuperación tanto de la aportación hidráulica como de los niveles de embalse, aunque no obstante se sitúa lejos de las cifras alcanzadas el año pasado y de la media de los últimos diez años, un 20% por debajo. La alta aportación eólica también ha contenido los precios reduciendo el hueco térmico, y con ello la dependencia de gas y carbón, junto con la normalización del parque nuclear francés.
Por el contrario, durante el mes de febrero, el mercado OMIE ha presentado una nueva tendencia alcista, convirtiéndose en el mes de febrero más caro de los últimos 5 años. Principalmente como consecuencia del aumento del consumo, al incrementar la demanda en un 20% debido a la ola de frío. Tan solo indicar que aunque el precio ha sido muy alto, con una mayor presencia de los ciclos combinados respecto al hueco térmico, tanto la alta aportación eólica como el aumento de las importaciones han contenido los precios del mercado.
En cuanto al mercado del gas natural en 2017, ha estado marcado por el fortalecimiento del euro y la evolución del acuerdo de reducción de la producción de petróleo alcanzado por la OPEP y países no OPEP. Hasta la creación de un mercado organizado de gas en la península Ibérica (MIBGAS), la opción que las empresas han tenido para negociar con las comercializadoras han sido los contratos basados en fórmulas indexadas a diferentes referencias, como por ejemplo fuel, gasóleo, Brent y tipo de cambio euro-dólar. Aunque en los últimos años se ha impuesto el Brent como principal referencia.
Como alternativa al Brent, algunos grandes consumidores se han decantado por productos referenciados al TTF (mercado de futuros de gas de Países Bajos), a la espera de que el MIBGAS y su mercado de derivados consoliden su posición como señal de precio de referencia.
En cuanto a la previsión de precio del gas natural en España para 2018, son muchos los aspectos a tener en cuenta, como el nivel de cumplimiento del acuerdo de la OPEP, la continuidad o no en la respuesta del petróleo de esquisto (shale oil) estadounidense que ya estamos viendo en el mercado, las variaciones de las reservas, etc. El inicio de año se ha caracterizado por la continuidad de la tendencia alcista, motivada por el esfuerzo de la OPEP para mantener los recortes hasta finales de 2018, unido a la reducción de las reservas por encima de los valores esperados.
A principios del mes de febrero se ha invertido esta tendencia como consecuencia del aumento de la producción de shale oil de Estados Unidos, lo que ha generado un rebote de los inventarios mundiales. Finalmente, en los últimos días, se ha experimentado un nuevo crecimiento en los precios motivado principalmente por la ratificación por parte de Arabia Saudí de su compromiso con el acuerdo de reducción de la oferta más allá de 2018, el rebote en los mercados bursátiles y las nuevas muestras de debilidad del dólar.
En cuanto a la demanda, se prevé un incremento respaldado por las expectativas de aumento de la demanda que llegan desde China. En lo que respecta al tipo de cambio euro/dólar, la inercia europea es positiva, existiendo un mayor potencial de revalorización del euro por la posición del Banco Central Europeo frente a la Reserva Federal.
Como podemos constatar por la coyuntura expuesta hasta el momento, la complejidad de los mercados de la energía y sus precios hacen aconsejable que las empresas cuenten con apoyo externo de Consultoría de Energía si quieren tomar las mejores decisiones, ahorrar y seguir siendo competitivas.
**Javier Díaz es **Responsable del área de Consultoría de Energía en Ayming
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