Ningún comentario El almacenamiento de energía ya está siendo considerado por muchos analistas del sector energético como la clave para lograr una transición global hacia un sistema más sostenible, mediante la incorporación de la tecnología de almacenamiento flexible en las futuras redes inteligentes y en los hogares. El último informe de Bloomberg New Energy Finance (BNEF), New Energy Outlook 2016 apoya esta creencia en sus previsiones de que el mercado mundial de baterías se disparará en los próximos años, ya que la demanda forzará los precios a la baja.
En lo que se refiere a la industria mundial de la energía, el informe de BNEF ve señales alentadoras en el mercado de almacenamiento, hasta el punto de situar las expectativas en 250.000 millones de dólares o más en 2040, con una capacidad de almacenamiento, carga y descarga, de 759 GWh. A corto plazo, BNEF espera que, en los próximos 12 años, se desplieguen 25 GW de dispositivos de almacenamiento, los cuales –según señalaron los analistas de BNEF- suponen aproximadamente la misma potencia que el conjunto de sistemas fotovoltaicos que hay instalados en las azoteas del mundo en la actualidad.
Se trata de un pronóstico ambicioso, teniendo en cuenta que, en la actualidad, hay menos de 1 GW de dispositivos de almacenamiento operando en el conjunto de las redes mundiales. Sin embargo, hay algunos proyectos de baterías a gran escala actualmente en desarrollo, entre los que destaca una instalación de 100 MW en Long Beach, California, que está siendo desarrollada por Edison International.
"Las baterías tendrán un gran impulso, ya que los costos bajan y los desarrolladores ven la posibilidad de nuevas fuentes de ganancias", dijo Julia Attwood, analista de almacenamiento en Bloomberg New Energy Finance. "Las baterías podrían ofrecer toda una gama de servicios a la red, ya que tienen la flexibilidad que permitirá a las energías renovables tener una mayor participación en la generación de energía".
Caída de los precios
Uno de los principales impulsores de la masiva ampliación de mercado es una esperada caída de los precios de la tecnología de baterías de litio-ion. El informe indica que esta caída de los precios es probable que provenga de un aumento de la demanda debido a la propagación de los coches eléctricos, que está permitiendo a los fabricantes aumentar la producción. El informe estima que el 35% de todos los vehículos ligeros vendidos serán eléctricos en 2040, lo que equivale a 41 millones de automóviles. Eso supone alrededor de 90 veces más que en 2015.
BNEF espera que los costes de esta tecnología bajen a 120 dólares por kilovatio-hora en 2030, en comparación con los más de 300 $ actuales o los 1.000 $ que costaban en 2010.(Ver gráfico)
"La industria de las baterías actual está impulsada por productos de consumo como ordenadores y teléfonos móviles," dijo Claire Curry, analista de Bloomberg New Energy Finance en Nueva York. "Los vehículos eléctricos serán el motor del cambio de la tecnología de las baterías, ya que van a reducir los costes de manera significativa".
Uno de los grandes beneficios de la incorporación de las baterías en el mix energético es que pueden servir de respaldo a las energías renovables, especialmente la solar y la eólica. Lo hacen como sistema de respaldo cuando hay falta de sol o de viento, función que en la actualidad está siendo realizada por los combustibles fósiles.
Un número de sistemas de almacenamiento local ha entrado en varios mercados globales en el último año, más notablemente protagonizado por la Powerwall de Tesla, que como anunció ayer El Periódico de la Energía, va a empezar a ser comercializada en España por Bornay. La alemana Sonnen está también comercializando su sistema de almacenamiento para el hogar con notable éxito, y recientemente le ha salido un nuevo competidor en su propia casa: el sistema Aura de E.ON. El mercado de almacenamiento, como se ve, está más vivo que nunca.
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