
Los aeropuertos italianos de Fiumicino, en Roma, y Malpensa, en Milán, son los primeros en probar el proyecto Cascade que está desarrollando un grupo de investigadores europeos. Los cálculos realizados hasta la fecha estiman que se pueden llegar a ahorrar unos 6.000 megavatios por hora, lo que equivale a 42.000 toneladas de CO2 y 840.000 euros por año, ha explicado la Comisión Europea en un comunicado.
El proyecto, desarrollado por Alemania, Italia, Irlanda y Serbia mediante un sistema de software, está diseñado para que los aeropuertos puedan reducir sus emisiones de CO2 y sus costes en energía hasta un 20%.
Nicolas Réhault, coordinador del proyecto, asegura que el software contiene “sistemas de detección y diagnóstico de fallos, como por ejemplo ventiladores que no funcionan correctamente, calefacción y refrigeración o errores de control”.
La Unión Europea ha aportado 2,6 millones de euros en el proyecto liderado por la red de ciudades Eurocities, en la que intervienen Barcelona, Birmingham, Frankfurt, Lyon, Milán y Róterdam. El proyecto Cascade pretende apoyar a las ciudades en la consecución de los objetivos energéticos de la UE para el año 2020 a partir del intercambio entre ciudades en el liderazgo local de la energía.