El sector de las energías renovables reclama más incentivos y menos trabas burocráticas para que despegue en España el uso de la biomasa y el biometano, que siguen sin aprovecharse lo suficiente pese a su potencial.
Según la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), la biomasa apenas supuso el 1,4 % de la energía renovable generada en 2024, mientras que su potencia instalada se mantuvo en 1.107 megavatios.
El director general de APPA Renovables, José María González Moya, ha señalado a Efeagro que el sector de la biomasa eléctrica ha estado estancado en los últimos años en España, donde "no se ha conectado" un solo megavatio de biomasa para generación eléctrica entre 2022 y 2024.
Poca continuidad
González Moya destaca la "poca continuidad" vivida con las subastas -la de 2021 se retrasó un año y la de 2023 no se produjo- y el desarrollo de las plantas, por lo que pide un calendario que ayude las empresas a planificar sus proyectos.
El responsable de APPA echa en falta incentivos y un marco normativo y retributivo "estable y predecible" que permita a las plantas de biomasa competir en precio con otras renovables.
Para el directivo de la asociación, España sigue "muy por debajo" de la media europea en el uso de bioenergía, pese al potencial de los residuos agroforestales y los purines de la industria ganadera.
Limitaciones
También afronta limitaciones el biometano, que -según el informe de APPA- alcanzó una cobertura del 1,2 % de la demanda nacional en 2024, después de que se inyectaran a la red 314,7 gigavatios hora, el 28,9 % más que en 2023.
Además de simplificar los permisos, González Moya ha instado a fijar objetivos acordes al potencial de España, frente a la "escasa" meta del Pniec, de 20 teravatios hora al año en biogás y biometano para 2030.
Ha reclamado también fijar una retribución "estable y adecuada" para las plantas y permitir la inyección de gas en todos los gasoductos. EFECOM
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