En un momento en el que la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles se ha convertido en una prioridad global, las patronales europeas —Eurelectric y WindEurope— han alzado la voz para exigir un aumento significativo en la inversión de infraestructuras de red eléctrica. Este llamado a la acción se produce en medio de una creciente conciencia sobre la importancia de una red eléctrica robusta y moderna para lograr los objetivos de descarbonización y garantizar la estabilidad del suministro energético en toda Europa.
Así, la plataforma que representa a las grandes compañías eléctricas en la Unión Europea, Eurelectric, ha pedido un aumento de las inversiones en capacidad de red en la UE a la altura de 7.000 millones de euros al año para 2030 y de 77.000 millones anuales entre el final de la década y 2050 para hacer realidad la transición energética.
"La UE actualmente invierte 23.000 millones de euros al año en infraestructura de red. Esto es claramente insuficiente: la inversión en redes de distribución debería alcanzar al menos 38.000 millones de euros al año hasta 2030 y hasta 100.000 millones de euros al año hasta 2050, considerando la demanda adicional anticipada para cumplir con la agenda de descarbonización de la UE", indicó Eurelectric en un comunicado.
Por su parte, Giles Dickson, director general de WindEurope ha pedido un aumento de las inversiones en redes de 40.000 millones de euros a 80.000 millones al año. "Las energías renovables se expanden rápidamente, los vehículos eléctricos crecen y las bombas de calor despegan. Pero la red no crece al mismo ritmo. Gran parte se destinará a nuevas líneas e infraestructuras. Pero Europa también debe optimizar sus redes existentes. La tecnología -y la financiación- están fácilmente disponibles. La UE debe hacer de las redes eléctricas una de sus principales prioridades energéticas" declaró.
Plan de acción
La patronal eléctrica, que toma la palabra en vísperas de que la Comisión Europea presente un "plan de acción" sobre redes de electricidad, apunta a que esa infraestructura en la UE está "envejecida" y pone en duda que las redes actuales hagan viable la transición hacia un sistema energético basado en la electricidad.
"Es hora de que los legisladores adopten un enfoque anticipatorio para proteger las redes eléctricas del futuro", señala Eurelectric, que pide que la reforma del diseño del mercado eléctrico que se debate actualmente en Bruselas contemple un enfoque para "incentivar inversiones anticipadas, una planificación de red a largo plazo, la digitalización, la flexibilidad y un intercambio de datos más avanzado".
Instalaciones
Según el plan RePowerEU de la Comisión, la UE tendrá en 2030 entre 50 y 60 millones de bombas de calor, entre 67 y 70 millones de vehículos eléctricos y más de 600 gigavatios adicionales de capacidad en energía renovable.
"Alrededor del 70 % de esa capacidad estará directamente conectada a las redes de distribución, esas líneas eléctricas que atraviesan ciudades y pueblos y conectan cada vez más molinos de viento e instalaciones solares. A medida que se vuelven cada vez más críticas para la descarbonización del continente, las redes de distribución de Europa enfrentan una capacidad escasa, un engorroso proceso de permisos y una inversión insuficiente", advierte la patronal eléctrica.
El secretario general de Eurelectric, Kristian Ruby, pidió "una nueva mentalidad entre los reguladores y los legisladores" para anticipar "las necesidades de capacidad de Europa para integrar más proyectos de energías renovables y que acomode una electrificación sin precedentes del transporte, los edificios y la industria para estar a la altura de la velocidad y la escala necesarias para la transición energética de Europa".
Cuellos de botella
Europa también necesita ampliar sus capacidades de fabricación de equipos de red. La cadena de suministro de equipos de red de Europa (subestaciones, transformadores, cables, transformadores...) no es lo suficientemente grande hoy en día. "Actualmente puede producir hasta 1.900 kilómetros de cables marinos al año, pero Europa necesita hasta 3.200 kilómetros para 2030" declaran desde WindEurope.
"Los gobiernos deberían apoyar esto con fondos y financiamiento específicos – y acelerar la concesión de permisos para nuevas fábricas. La UE ha propuesto la Ley de Industria Net-Zero para fortalecer y ampliar sus capacidades de fabricación de tecnologías limpias. Esto incluye explícitamente las tecnologías de red. Pero tal como está, la Ley de Industria Net-Zero se queda corta: la UE debe poner dinero sobre la mesa para ayudar a que se realicen inversiones" añaden.
"La visibilidad es esencial para las inversiones en nuevas fábricas. Los acuerdos marco a largo plazo entre operadores y proveedores de redes serán clave. También debería haber incentivos para estandarizar el diseño de los equipos y reducir su huella ambiental y material. Deben evitarse las variaciones nacionales en la aplicación de códigos de red y la ciberseguridad y la seguridad física deben ser consideraciones clave para la infraestructura de la red" concluyen.
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