El informe "Competitividad y Sostenibilidad: Claves para el Futuro del Mercado Energético Europeo", elaborado por un equipo de expertos liderado por Carlo Stagnaro y Marcin Zieliński, presenta una serie de recomendaciones para España con el objetivo de mejorar la competencia en el mercado energético y alinear sus políticas con las directivas de la Unión Europea.
El documento, publicado por la Fundación para el Avance de la Libertad bajo los auspicios del European Policy Information Center (Epicenter), subraya la importancia de eliminar distorsiones regulatorias y fomentar la innovación para garantizar un mercado energético sostenible y competitivo.
Tarifas reguladas
Una de las principales conclusiones del estudio es la necesidad de eliminar gradualmente las tarifas reguladas de electricidad, como el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) y la Tarifa de Último Recurso (TUR).
Según los expertos, la existencia de estos precios regulados limita la competencia y dificulta la entrada de nuevos actores en el mercado. Sin embargo, el informe subraya la importancia de definir con claridad quiénes son los consumidores vulnerables, de manera que la liberalización del sector no perjudique a quienes dependen de tarifas accesibles.
Los autores sugieren que la eliminación de estos mecanismos se realice de manera progresiva, evitando un impacto negativo en los precios finales y garantizando que las ayudas sociales estén bien dirigidas.
Precios dinámicos
El informe resalta la importancia de introducir modelos de fijación dinámica de precios que permitan a los consumidores adaptar su consumo según la oferta y la demanda. Este sistema ayudaría a reducir la volatilidad de los precios y a mejorar la eficiencia del mercado.
Además, se recomienda que las empresas energéticas desarrollen soluciones innovadoras, como paquetes de energía renovable, tarifas flexibles y servicios que incentiven una gestión más eficiente del consumo energético.
En este sentido, se menciona la necesidad de impulsar la digitalización del sector y el uso de tecnologías como los contadores inteligentes, que permitirían a los hogares y empresas ajustar su consumo en tiempo real.
Fondos europeos y modernización de infraestructuras
El informe destaca el papel clave de la financiación europea en la transformación del sector energético. En particular, señala la oportunidad de aprovechar el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia para modernizar infraestructuras y facilitar la transición hacia un modelo de mercado más competitivo.
Entre las medidas propuestas se incluyen: La instalación de tecnologías digitales para mejorar la eficiencia en la distribución de la electricidad; la implementación de programas de alfabetización energética, con el fin de que los consumidores conozcan mejor sus opciones en el mercado liberalizado; y el desarrollo de sistemas de almacenamiento de energía, que permitan una mayor integración de fuentes renovables.
Potenciar los contratos PPA
Otra de las recomendaciones clave del informe es fortalecer el marco regulador de los Power Purchase Agreements (PPA), acuerdos de compraventa de energía a largo plazo.
Estos contratos, que han sido ampliamente utilizados en el sector industrial y empresarial, podrían expandirse a otros segmentos del mercado, incluidos los consumidores residenciales. Su implementación permitiría estabilizar los precios de la energía y atraer inversiones en energías renovables, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
El informe concluye que, con estas reformas, España podría desarrollar un mercado energético más flexible y resistente, alineado con los objetivos europeos de descarbonización, seguridad y asequibilidad. La transición, sin embargo, requerirá una gestión cuidadosa para evitar crisis de precios y garantizar que la liberalización beneficie a todos los consumidores.
queque
04/04/2025