La puesta en marcha de la planta regasificadora de El Musel, que fue construida hace más de una década, está cada vez más cerca. Tanto es así que Enagás ya tiene ofertas encima de la mesa para reservar capacidad de la planta, penúltimo paso para por fin poner en marcha una instalación que jugará un papel estratégico en el incremento de la independencia energética de Europa.
Según fuentes cercanas a la compañía, el proceso de asignación "ha despertado un gran interés entre los agentes del sistema, de manera que 16 operadores han presentado sus ofertas para reservar la capacidad de la planta". El siguiente y último paso para poner en funcionamiento definitivamente la planta será dar a conocer los adjudicatarios seleccionados de los servicios logísticos a largo plazo.
Arturo Gonzalo Aizpiri, CEO de Enagás declaró durante la presentación de los resultados del primer trimestre de la gasista que "todo avanza en línea con lo previsto en el Plan Más Seguridad Energética del Gobierno de España, por lo que nuestra previsión es que la planta de El Musel empiece su operación comercial en el mes de julio".
En 2022, se autorizó a Enagás el proyecto para su puesta en marcha y, desde entonces, la compañía está realizando los trámites para este fin. El 17 de febrero la CNMC aprobó un régimen económico singular —de 72,4 millones entre 2024 y 2026— para el uso logístico de esta terminal de gas natural licuado (GNL), y el pasado 6 de marzo el Gestor Técnico del Sistema Gasista español lanzó una 'open season' no vinculante para la asignación de capacidad para los servicios logísticos que prestará esta infraestructura: descarga, almacenamiento y carga de GNL, que contribuirán a la seguridad de suministro energético europeo.
Suministro
El objetivo es utilizar la infraestructura como un almacén de gas para la Unión Europea, en el contexto de la gravísima crisis energética que ha provocado la guerra en Ucrania y el plan de la UE de desengancharse del gas ruso. Además, se pretende que la infraestructura pueda operar —a diferencia del resto de plantas que dispone Enagás— separada del sistema gasista español, es decir, sin estar conectada a la red de suministro nacional, salvo lo necesario para la evacuación que requiere su actividad.
Esta lo haría como una gran instalación de almacenamiento que permita agilizar el tránsito de buques metaneros al resto de Europa, de forma que suministre gas natural licuado (GNL) al resto del continente en el actual contexto europeo. El destino del gas almacenado serían otras regasificadoras de terceros países de la UE que no tienen la flexibilidad del sistema español, que es el más robusto del continente.
Desde la compañía ponen en valor la ubicación "inmejorable" para recibir el gas de Estados Unidos y para potenciar el transporte del gas por barco al Mar del Norte, base de la terminal flotante de Wilhelmshaven.
Capacidad
El Musel tiene dos tanques con 150.000 metros cúbicos (m3) de capacidad. Suficiente, según estimaciones del sector, para la recepción de gas natural licuado equivalente a unos 100 barcos anuales, que permitirían descargar en España y recargar luego hacia distintos puntos de Europa unos 10 bcm (miles de millones de metros cúbicos de gas) anuales.
La capacidad de almacenamiento de El Musel es similar a la de la actual interconexión entre España y Francia a través de los dos gasoductos que están en funcionamiento, que es de 8 bcm.
Además, cuenta también con unas instalaciones de atraque y descarga diseñados para los buques metaneros más grandes de mundo, los QMAX, de hasta 266.000 metros cúbicos.
Miguel
26/04/2023