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Endesa aumentará la capacidad del almacén de residuos de la central nuclear de Ascó para poder operar hasta 2030

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ANAV, la compañía que gestiona las centrales nucleares de Ascó y Vandellós, propiedad en su mayoría de Endesa, ha iniciado los trámites para aumentar la capacidad del almacén de residuos individualizado (ATI) de la central nuclear de Ascó de cara a poder alargar la operación de ambos reactores hasta 2029 y 2030 tal y como reza el plan de cierre de las centrales nucleares.

ANAV ha presentado ante el Ministerio para la Transición Ecológica la nueva declaración de impacto ambiental (DIA) sobre la modificación para la densificación del almacén temporal indivualizado (ATI).

En 2011, la compañía eléctrica obtuvo la DIA favorable para aumentar la capacidad del ATI hasta los 32 contenedores. Ahora, ANAV cree que con el nuevo plan de cierre pactado con Enresa y el Plan Nacional de Energía y Clima, se ve en la obligación de o bien aumentar su capacidad de almacenamiento en la misma instalación o construir un nuevo ATI.

Endesa cree que lo más conveniente, tanto por tiempo como económicamente hablando, es aumentar la capacidad del actual ATI. ANAV propone incrementar el número de contenedores almacenados en cada losa que pasaría de los 16 autorizados actualmente a 18, totalizando por tanto 36 contenedores en lugar de los 32 que contempla la autorización vigente.

Las previsiones sobre las que se diseñó el actual ATI de Ascó eran las contenidas en el 6º PGRR, esto es, contar con un ATC en 2018 al que trasladar parte del combustible gastado de la central y poder continuar la operación con las instalaciones actuales (ATI + piscina de combustible) hasta el final de su vida operativa. El retraso en la puesta en servicio de esta instalación y la previsión de la extensión de vida de las centrales hasta 2030, hacen necesario contar con capacidad de almacenamiento adicional para el combustible gastado que permita la continuidad de la operación, asegura la compañía.

De esta forma, no será necesaria la realización de nuevas instalaciones de almacenamiento, vallados u otras infraestructuras y sistemas auxiliares o modificación de las mismas. Para poder acometer esta ampliación de la capacidad de almacenamiento únicamente se procederá a reducir el espacio existente entre contenedores sin que sea necesario realizar ninguna modificación de alcance. Los contenedores utilizados seguirán siendo los mismos HI-STORM 100.

El sistema Hi-Storm diseñado asegura en todo momento de las operaciones el control de la subcriticidad, el confinamiento del material radiactivo, la extracción del calor residual, la protección contra la radiación y la integridad física de los elementos combustibles. Estos criterios se cumplen tanto para la operación normal como para los accidentes postulados que incluyen: accidentes de manejo, incendio, vendaval, inundación, terremoto, explosión, etc.

Así quedaría cada losa del ATI:

Según el documento para su evaluación ambiental, ANAV considera que no conlleva la generación de efectos adversos significativos sobre el medio ambiente adicionales a los ya identificados y evaluados en la documentación elaborada para la obtención de la DIA. La modificación proyectada en el ATI, no producirá:

  1. Un incremento significativo de las emisiones a la atmósfera.

  2. Un incremento significativo de los vertidos a cauces públicos o al litoral.

  3. Incremento significativo de la generación de residuos.

  4. Un incremento significativo en la utilización de recursos naturales.

  5. Una afección a Espacios Protegidos Red Natura 2000.

  6. Una afección significativa al patrimonio cultural.

Por tanto desde ANAV creen que no será necesaria que la modificación sea objeto de una Evaluación de Impacto Ambiental Simplificada, tal y como rige la actual regulación.

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Un comentario

  • Miguel

    Miguel

    11/02/2021

    Los retrasos de construcción del ATC no hacen más que generan sobrecostes al sistema.
    No almacenamos los residuos en un almacén centralizado y bunkerizado y lo hacemos en pequeños almacenes al aire libre al lado de las centrales. Lo de España no tiene nombre, y lo del PSOE en este caso menos. A ellos no les cuesta dinero, pero a los ciudadanos españoles, sí.
    A todos estos sobrecostes hay que añadir también los 73.000 euros euros diarios que tienen que pagar los ciudadanos por que los franceses nos almacenen nuestros residuos radiactivos.

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