La industria siderúrgica recortó su producción de acero bruto en España un 19% en 2022, tras alcanzar los 11,5 millones de toneladas y perder más de 2,6 millones de toneladas en un año, lastrada por los altos precios de la electricidad y el gas.
El director general de la patronal del sector (Unesid), Andrés Barceló, ha señalado que la producción cayó al mismo nivel de 2020, "cuando la Covid-19 paralizó la actividad industrial".
Barceló ha subrayado que el precio de la electricidad y el gas "han causado este deterioro, dañando especialmente a las exportaciones, que cayeron en España incluso más que las ventas".
Así, debido a la caída en la producción, la chatarra reciclada por los hornos siderúrgicos españoles cayó también casi el 20%, algo más de 8,9 millones de toneladas, datos incluso ligeramente más bajos que los de 2020. La chatarra utilizada equivale al 77% de la producción de acero.
Los costes de la energía
En lo que se refiere a las entregas, en el pasado año se entregaron al mercado 11,9 millones de toneladas de productos siderúrgicos, lo que representa un descenso del 13% sobre 2021 como consecuencia del deterioro del mercado exterior (-18%) y del extracomunitario en particular (-28%). En España, por otro lado, la caída fue más limitada (-8,7%) tras entregarse 6,4 millones de toneladas.
Asimismo, la demanda de productos siderúrgicos bajó un 4% hasta los 12,4 millones de toneladas, con una caída más intensa en el cuarto trimestre, perdiendo un 14% con respecto al mismo periodo de 2021.
Las importaciones procedentes de países no pertenecientes a la Unión Europea aumentaron su cuota de mercado, llegando al 31% del consumo aparente, el valor más alto de toda la serie.
En lo que respecta a las importaciones españolas de productos siderúrgicos y de primera transformación, descendieron un 3% en 2022, hasta los 9,8 millones de toneladas, con una caída del 7% de las importaciones europeas y un incremento del 4,3% de las de fuera de la UE, que alcanzaron los 4,2 millones de toneladas (43% del total), el valor más alto de los últimos 15 años.
Las exportaciones del sector siderúrgico
Al otro lado de la balanza, las exportaciones, que llegaron a los 8,1 millones de toneladas, un 14,3% menos, destacando especialmente la caída en el mercado extracomunitario, con un descenso del 24%.
Durante 2022 el superávit comercial se redujo un 85% hasta 102 millones de euros tras empeorar el saldo con países terceros. Así, si se contabiliza en toneladas no hay superávit sino déficit, que prácticamente se ha triplicado hasta casi 1,7 millones de toneladas.
De cara a este año 2023, Barceló afirmó que el ejercicio "ha comenzado en la misma línea que finalizó el 2022" y aseguró que las previsiones "no invitan al optimismo, con incertidumbres que no favorecen la actividad industrial".
No obstante, confió en que a lo largo del año el sector siderúrgico "pueda mejorar sus perspectivas para afrontar los retos futuros, especialmente la descarbonización".
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