La región Hunter de Nueva Gales del Sur ha sido elegida para acoger la sede de la que será la primera fábrica de baterías de iones de litio a escala de gigavatios de Australia. Energy Renaissance comenzará a construir la planta de baterías Renaissance One de 28 millones de dólares en unas semanas en Tomago, donde espera comenzar a producir baterías a mediados de 2021.
El director de la compañía, Mark Chilcote, dijo que la instalación de 4.000 metros cuadrados será construida por el promotor inmobiliario local ATB Morton y tendría una capacidad de producción inicial de baterías de 66MWh con año, con planes ir aumentando poco a poco la producción hasta los 5,3GWh anuales para 2030.
Chilcote dijo que la compañía había aterrizado en Tomago como el sitio de la fábrica debido a su fácil acceso al puerto de Newcastle, para los futuros planes de exportación de la compañía. “Se crearán más de 1.700 empleos directos durante la fase de construcción y operación y se generarán otros 6.500 empleos indirectos en beneficio de Hunter”, dijo. Se necesitarán más de 1200 trabajadores equivalentes a tiempo completo para operar la planta una vez que esté funcionando a escala completa.
“La región de Hunter tiene todas las habilidades, recursos naturales, experiencia y abundancia de energía solar adecuados para que podamos desarrollar un negocio exitoso de fabricación de baterías en Australia”, dijo Chilcote.
Energy Renaissance dice que las baterías para “clima cálido” que fabricará en la planta de Tomago serán principalmente para almacenamiento estacionario, con un mercado objetivo inicial de baterías industriales conectadas a la red, incluso a través de contratos existentes con el Departamento de Defensa.
Chilcote dice que las baterías Renaissance One tendrán dos atributos relativamente exclusivos de iones de litio, ya que no sufren fugas térmicas y están optimizadas para temperaturas más altas, para adaptarse al despliegue en las partes más cálidas de Australia, así como en Asia. Inicialmente la producción se destinará al mercado local, pero cuando alcancen el pico de producción, el 60% de las baterías irán a los distintos mercados asiáticos.
La fábrica tendrá una extensión de 4.000 metros cuadrados y se alimentará de energía solar y de las baterías que fabriquen, aunque la planta necesitará algo de energía de recarga, que también provendrá de una fuente verde. “Con el tiempo, tendremos un PPA con un proveedor de energía verde”, dijo Chilcote.
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