La petrolera italiana Eni cerró 2024 con un beneficio neto atribuido de 2.641 millones de euros, lo que supone una caída del 44,6% respecto de las ganancias anotadas un año antes, según ha informado la empresa, en la que el Tesoro italiano posee una participación del 1,99%, mientras que el prestamista estatal Cassa Depositi e Prestiti controla el 28,5%.
La caída del resultado de la compañía transalpina refleja, además de la evolución de los precios energéticos, el impacto de amortizaciones de activos por importe de 2.315 millones de euros.
De este modo, el beneficio ajustado de Eni en el ejercicio ascendió a 5.264 millones de euros, un 37% inferior al resultado de 8.322 millones contabilizado en el ejercicio 2023.
Entre octubre y diciembre, la petrolera obtuvo un beneficio neto atribuido de 247 millones, un 42,8% superior al del mismo intervalo del año anterior, aunque el resultado ajustado muestra una caída del 46%, hasta 892 millones, lastrado por una mayor tasa impositiva.
De su lado, las ventas de Eni en el conjunto del ejercicio 2024 sumaron 88.797 millones de euros, un 5,2% por debajo del dato del año 2023, incluyendo una caída del 4,6% en el cuarto trimestre, hasta 23.488 millones.
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