España fue el cuarto país de la Unión Europea que más presupuesto público destinó a paliar las consecuencias de la crisis energética en 2023, con medidas fiscales cuyo valor ascendió a 13.500 millones y representaron el 8% de todas las acciones adoptadas en el bloque.
El dato se desprende del informe que la Comisión Europea publicó sobre las ayudas públicas concedidas por los Estados miembros en el pasado ejercicio, en el que Alemania, Francia e Italia constan como los tres Estados con mayor impacto presupuestario con este tipo de actuaciones por la subida de precios energéticos.
En concreto, Alemania dedicó 59.400 millones de euros de su presupuesto a "medidas fiscales horizontales" contra la crisis energética, Francia destinó 22.800 millones e Italia, 21.400 millones. Estas cifras juntas suponen el 63% de todas las actuaciones adoptadas en la UE para aliviar las consecuencias del incremento de los precios energéticos en hogares y empresas.
La UE ante la crisis energética
Los Veintisiete gastaron en conjunto unos 165.000 millones de euros, una cifra que es equivalente a casi el 1 % del PIB de la UE, pero que es inferior a los 195.000 millones que habían destinado a este objetivo un año antes.
Tras España, el quinto país con mayor impacto presupuestario con estas medidas fue Países Bajos (10.600 millones y un 6% del total), mientras que en el resto de socios osciló entre el 3% de Polonia y el 0,01% de Grecia.
España también aparece entre los países que más ayudas públicas transfirieron al sector empresarial en forma de subvenciones, préstamos, garantías y otros tipos de apoyo en virtud del marco temporal de crisis que Bruselas puso en marcha a raíz de la agresión militar de Rusia sobre Ucrania.
En este caso, es el tercer país del bloque con 12.100 millones después de Alemania (72.800 millones) e Italia (39.200 millones). Estos tres socios aglutinan juntos el 88% de los 141.000 millones gastados en toda la UE en el marco de dicho programa temporal de ayudas públicas, que también financia proyectos para avanzar en el despliegue de tecnologías limpias.
En términos relativos, sin embargo, Hungría es el país con mayor gasto porque sus ayudas públicas equivalen al 1,35 % de su PIB, por delante de Italia (1,32 %), Alemania (1,23 %) y Rumanía (0,85 %).
Desde el inicio de la guerra y hasta el primer semestre de 2023, la Comisión Europea ha dado luz verde a medidas con un valor de 730.000 millones de euros en todos los Estados miembros, por lo que los 141.000 millones realmente gastados representan solo el 19,3 % de todas las ayudas aprobadas y un 0,6 % del PIB comunitario.
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