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España, entre los países que están explorando la creación de un banco verde

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Un nuevo informe revela que, mientras los gobiernos y las instituciones financieras se esfuerzan por facilitar la inversión necesaria para alcanzar los objetivos climáticos y de desarrollo sostenible, los bancos verdes pueden ayudar a superar las barreras del mercado y canalizar las inversiones hacia tecnologías bajas en carbono, acelerando así los esfuerzos globales para alcanzar los objetivos climáticos descritos en el histórico Acuerdo de París.

El informe State of Green Banks 2020 publicado por Rocky Mountain Institute, Green Finance Institute y el Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC por sus siglas en inglés) proporciona una revisión completa de las actividades de los bancos verdes y su potencial en todo el mundo. Un banco verde es a menudo una institución financiera especializada que actúa como punto focal para aumentar la inversión nacional en soluciones climáticas.

El informe analiza el impacto y el desarrollo de los bancos verdes en 36 países. Su objetivo es proporcionar una mayor comprensión de las actividades de los bancos verdes en todo el mundo para que los responsables de la formulación de políticas, los financiadores, las instituciones financieras de desarrollo y otros pueden promover el movimiento global de los bancos verdes.

Dicho informe demuestra el beneficio de los bancos verdes destacando diferentes modelos de bancos verdes en distintas geografías. Además, el informe ayudará a orientar el desarrollo de Green Bank Design Platform, que tiene como objetivo apoyar a los gobiernos e instituciones en el establecimiento de bancos verdes y otros vehículos de financiamiento verde.

Actualmente, hay 27 bancos verdes operativos en todo el mundo que hasta la fecha han invertido más de US$ 20 mil millones en nuevas tecnologías que abarcan desde los techos solares hasta la electrificación de vehículos y la eficiencia energética.

Para atraer inversores privados a estos mercados, los bancos verdes utilizan una variedad de herramientas financieras, incluida la mitigación del riesgo, y suelen ser los primeros en invertir en nuevas tecnologías y geografías. Como resultado, los bancos verdes han atraído más de US$ 2 de inversión privada, en promedio, por cada US$ 1 de capital propio que invirtieron en un proyecto.

Otros 25 países están explorando la creación de un banco verde, con un interés notable en todas las regiones y en países de todos los niveles de ingresos. Entre ellos se encuentra España, que, según el informe, solo ha mostrado interés en estudiar la opción de crearlo. Este diario ya contó el año pasado la intención del ICO de convertirse en un banco climático. 

https://elperiodicodelaenergia.com/el-ico-sigue-los-pasos-del-bei-para-convertirse-en-un-banco-climatico/

“En los últimos años hemos visto un aumento global en la actividad de los bancos verdes. Ya hay 27 bancos verdes operativos en 12 países y otros 25 países están explorando la posibilidad de establecer uno ellos mismos. Como resultado, los bancos verdes parecen estar listos para jugar un papel importante en el logro de los objetivos climáticos globales y los objetivos de desarrollo sostenible. Lo que ilustra este informe es que, aunque los bancos verdes son vitales, aún existen obstáculos en el camino para que se pongan en marcha más. Colectivamente tenemos que mover la aguja, para asegurarnos de que la voluntad política y el financiamiento estén ahí para permitir que se establezcan más de estas instituciones", afirma la Dra. Rhian-Mari Thomas, directora ejecutiva del Green Finance Institute.

Se están creando muchas instituciones financieras verdes para atraer inversión privada y financiamiento concesional, así como para lograr las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés) del Acuerdo de París sobre el cambio climático, con la expectativa de que también mejorarán la calidad del aire y el agua y estimularán el desarrollo económico mediante la creación de empleo.

“Después de la mitigación y la adaptación, la movilización de fondos es el tercer pilar del Acuerdo de París y es la condición previa necesaria para el éxito de los otros dos. Para ser equitativo y sostenible, las finanzas deben basarse en las prioridades nacionales y responder a las necesidades locales. Y para llegar a escala, debe conectarse a redes internacionales. State of Green Banks 2020 demuestra que, en todas las regiones del mundo, los países están recurriendo a los bancos verdes para dirigir recursos al servicio de una transformación verde y equitativa", asegura Doug Sims, director y asesor senior del centro de finanzas verdes de NRDC.

Los hallazgos del informe fueron recopilados por Rocky Mountain Institute entre junio y septiembre de 2020, con 46 encuestas y 15 entrevistas realizadas con representantes de 36 países.

“Cumplir con los objetivos del Acuerdo de París representa un enorme desafío financiero para todas las naciones que adoptan ambiciosos objetivos de emisiones y se preparan para los inevitables impactos del cambio climático. State of Green Banks 2020 muestra el rápido surgimiento de este enfoque replicable de financiamiento climático, mismo que está basado en las realidades y prioridades locales en lugar de instituciones internacionales", explica Paul Bodnar, director gerente del Rocky Mountain Institute.

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