Petróleo & Gas

España respira tranquila por el gas argelino tras la renuncia de Buteflika

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Argelia lleva varias semanas viviendo al borde del conflicto civil. Las elecciones presidenciales, convocadas inicialmente para el próximo 18 de abril, encendieron la mecha del descontento de la población y han puesto contra las cuerdas al decrépito y octogenario presidente argelino Abdelaziz Buteflika, que tras presentar su candidatura por quinta vez ha decidido renunciar.

Y a España le interesa lo que esté pasando allí. Según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), el 51% del gas que España tuvo que importar en 2018 lo compró a Argelia, un país al que físicamente está unido por un gasoducto submarino. Y para el país magrebí, nuestro país se sitúa como el segundo mayor cliente extranjero y el cuarto mayor proveedor. Pero ¿qué consecuencias tiene la decisión de Buteflika?

"Es una magnífica noticia porque evita una guerra civil en Argelia", explica Javier García Breva, asesor en políticas energéticas y presidente de N2E, "en Argelia se está gestando una revuelta social inmensa en contra de una oligarquía, de la familia que controla el país desde hace veinte años, y que está protegida por los militares. Es una guerra por controlar, sobre todo, los ingresos del gas".

"El miedo a un conflicto bélico está porque algo parecido ocurrió años atrás, pero ahora quien se ha levantado es la población civil, y que Buteflika ceda ante las protestas es una victoria de la sociedad argelina. Evita una desestabilización de la zona, muy importante para España por la importancia que tiene el gas argelino en el cómputo total del gas que consumimos", añade García Breva, "ahora habrá que pensar que medidas podría adoptar el nuevo gobierno para tranquilizar las revueltas. Podría derivarse en una subida del precio del gas en España. La sociedad argelina está sufriendo, sus jóvenes emigran en masa porque el país no ofrece oportunidades de futuro, el 70% de los alimentos se tiene que importar y buena parte de las ayudas sociales provienen de lo que se recauda con la exportación de su gas, así que no sería de extrañar que unilateralmente subieran los precios. También ha ocurrido en el pasado".

La situación también afecta a las empresas españolas del sector que están en el país magrebí, entre ellas Repsol, que cuenta con cinco campos de producción de crudo (que generan en conjunto unos 18.000 barriles diarios) y dos perímetros exploratorios, según datos de la Agencia EFE. Además, participa en un 29,25% en el macroproyecto Reggane, que incluye seis campos de gas situados al sudeste de Argelia, de los que se extraen ocho millones de metros cúbicos de gas, el 10 % de la demanda española.

Cepsa también explora y produce allí crudo (para lo que cuenta con tres yacimientos, entre ellos el segundo mayor jamás descubierto en Argelia) y gas, ya que participa en el campo de Timimoun, tiene derechos de exploración en el bloque Rhourde el Rouni II y forma parte de Medgaz, el gasoducto submarino que une Argelia con Europa a través de España.

En el accionariado de la sociedad que gestiona esa infraestructura también figura Naturgy, cuyo principal proveedor de gas natural es Argelia. La compañía asegura que no prevé interrupción alguna del suministro pese a la situación política en Argelia y ha desvelado que dispone de un plan de contingencia para garantizarlo por otras vías si fuera necesario.

Futuro político de Argelia

La renuncia de Buteflika no supone un vacío de poder. Al frente del nuevo Ejecutivo estará el que hasta hoy era ministro del Interior, Nuredin Bedui, mientras que las elecciones se han suspendido sine die.

Tanto si se convocan como si no, "el candidato del régimen ganará las elecciones y deberá abordar de una vez las reformas económicas que precisa el país, y muy especialmente la publicación y aplicación de la nueva ley de hidrocarburos", explica en su blog Gonzalo Escribano, analista y director del programa de Energía y Cambio Climático del Real Instituto Elcano, "el país ha permanecido instalado en un compás de espera marcado por la sucesión del presidente Bouteflika".

Argelia necesita abrirse a los nuevos escenarios energéticos y a los nuevos tiempos, y por eso, se espera que en 2019 se apruebe esa ley de hidrocarburos, pero antes entraron "en operación de nuevos proyectos gasistas capaces de revertir temporalmente el declive de la producción del país", añade Escribano, "estos avances han venido aderezados con una ronda de consultas para recabar información sobre qué medidas consideraban necesarias para reformar la Ley de Hidrocarburos y mejorar la dinámica del sector. Las conclusiones de dicha ronda de consultas no se han hecho públicas, ni las compañías han sido informadas acerca de si sus sugerencias serían finalmente tenidos en cuenta".

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