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España se quedará lejos de ser emisiones netas cero en 2050: así será su mix energético dentro de 25 años

Por primera vez en la historia, la consultora DNV realiza una predicción sobre cómo será la transición energética española

1 comentario publicado

Es complicado adivinar el futuro, por no decir imposible, pero sí es posible acercarse a lo que puede suceder teniendo en cuenta muchos, miles o incluso millones de datos, que los cruzas y te dan una aproximación.

Eso es lo que ha hecho la consultora DNV sobre la transición energética en España a 2050, cuya primera conclusión es que no será climáticamente neutra para esas fechas, tal y como se pretende desde la Unión Europea y el Gobierno español.

Se va a avanzar muchísimo, pero las emisiones netas cero no se lograrán. Según DNV, España está en vías de reducir las emisiones de CO₂ en un 74 % en comparación con los niveles de 1990 para mediados de siglo, este ritmo está por detrás de los ambiciosos hitos delineados en el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC).

Sin embargo, los objetivos a corto plazo de España siguen siendo desafiantes. El objetivo del PNIEC de una reducción del 32% en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 actualmente supera el progreso proyectado, y DNV pronostica una reducción del 13% para esa fecha.

Y es que la verdadera transición energética está por hacer y se realizará entre 2030 y 2040, y en algunos casos no se conseguirá del todo.

“España ha logrado avances notables en la reducción de emisiones y en el liderazgo en energías renovables”, señaló Santiago Blanco, vicepresidente ejecutivo y director regional para el sur de Europa, Sistemas de Energía en DNV. “Sin embargo, lograr el objetivo de cero emisiones netas exige una ampliación inmediata del despliegue de energías renovables y mejoras en la infraestructura”.

Cuadruplicar renovables

DNV prevé que la capacidad instalada de energías renovables en España se cuadriplicará en 2050, con un aumento de la capacidad solar a 230 GW y de la energía eólica a 120 GW, lo que posicionará a España como un mercado solar europeo líder.

Sólo estas dos tecnologías supondrán inversiones por 200.000 millones en los próximos años, explicó Carlos Albero, director del estudio y Market Area Manager Iberia de DNV, a El Periódico de la Energía.

Este aumento no solo impulsará la seguridad energética, sino que también reducirá los costes de producción de electricidad a un 10% por debajo de la media europea para la energía solar y un 15% para la energía eólica terrestre a mediados de siglo.

Por otro lado, se espera que los combustibles fósiles, que actualmente representan el 70% de la combinación energética, caigan por debajo del 30% en 2050.

La electrificación será la base de la descarbonización de la economía española. y gracias a su eficiencia la demanda energética final será menor dentro de 25 años.

Aun así, la demanda eléctrica crecerá como nunca se ha visto en España hasta cotas de 750 TWh empujadas sobre todo por el hidrógeno renovable, que será el principal consumidor eléctrico del país para 2050.

DNV espera que haya 33 GW de electrolizadores en 2050 y será en 2037 cuando España comience a producir hidrógeno renovable más barato que con gas (hidrógeno gris). Y será además a partir de 2040 cuando España comience a exportar hidrógeno hacia Europa.

El coche eléctrico

DNV no cuenta para nada en el mix eléctrico con la energía nuclear. Sí espera un desarrollo exponencial del almacenamiento energético hasta superar los 112 GW en 2050.

"Además del hidrógeno, el otro gran factor de la transición energética, sobre todo a partir de 2030, será el vehículo eléctrico", apostilla Albero.

Según el informe de DNV, para 2050 España acogerá nada más y nada menos que 6,5 millones de vehículos eléctricos. "El boom llegará en la próxima década cuando la mayoría cambiemos nuestro coche actual", explica el director del estudio.

En cuanto al transporte, DNV cree que el pesado por carretera será eléctrico, y que el marítimo y el de aviación serán complicados de descarbonizar pero se utilizarán distintos combustibles más o menos limpios con los que reducir las emisiones: biocombustibles, biogases, hidrógeno, amoniaco, metanol, etc.

Para que todo ello se cumpla serán necesarias fuertes inversiones en las infraestructuras energéticas del país, tanto eléctricas, como gasistas o de hidrógeno.

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Un comentario

  • David B

    03/12/2024

    Pero si seguimos dando bombo a las competiciones de estufas con ruedas (y mareando la perdiz con los nuevos ARANCELES al VE).

    En España poco pretendemos de transición energética. Sí estamos por los negocios, si es con renovables, es por circunstancias.

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