España avanza a paso firme hacia la transición energética con un crecimiento exponencial en el sector de los gases renovables. Desde comienzos de 2025, el Sistema de Garantías de Origen (SGO) —gestionado por Enagás como Gestor Técnico del Sistema— ha registrado la expedición de 785.000 megavatios hora (MWh) de gas renovable, una cifra que consolida al país como uno de los mercados más dinámicos de Europa en esta materia.
Desde la puesta en marcha del SGO en marzo de 2023, Enagás ha dado de alta 54 instalaciones de producción de gases renovables en España: cuatro dedicadas a la producción de hidrógeno renovable, 18 de biometano y 33 de biogás, de las cuales 31 se destinan al autoconsumo en procesos industriales. Estos proyectos abarcan un amplio espectro de tecnologías y modelos de negocio, desde plantas agrícolas y agroindustriales hasta instalaciones de aprovechamiento de residuos urbanos o lodos de depuradora.
El impulso normativo ha sido determinante. La entrada en vigor, en julio de 2025, de la Circular 2/2025 de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) marcó un punto de inflexión. Esta norma estableció los criterios técnicos y administrativos para la conexión de nuevas plantas de biometano a la red gasista nacional, lo que ha generado una avalancha de proyectos. En apenas unos meses, se han recibido más de 300 solicitudes de conexión, una muestra clara del interés empresarial y del potencial del país en esta nueva economía verde.
Asignación de solicitudes de conexión
Paralelamente, el pasado 1 de octubre, Enagás abrió el proceso de asignación de solicitudes de conexión a la red gasista para plantas de hidrógeno renovable, con plazo hasta el 21 de octubre. Este procedimiento supone un paso decisivo en la integración del hidrógeno verde dentro del sistema energético español, facilitando su transporte, almacenamiento y consumo a gran escala. El hidrógeno renovable, obtenido mediante electrólisis alimentada con energías limpias, se perfila como un vector energético estratégico para descarbonizar sectores difíciles de electrificar, como la industria pesada o el transporte marítimo.








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