Política energética

España suspende en emisiones de CO2, dependencia del exterior y precios de la energía

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Nuestro país cada vez es menos sostenible. En 2014, el consumo de energía final aumentó, al igual que las emisiones de CO2 y la dependencia del exterior, y la factura energética doméstica también fue más cara. Estos son los principales resultados del Informe 2015 que ha realizado el Observatorio de Energía y Sostenibilidad de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE.

“Menos mal que tenemos a la Unión Europea”, se lamenta Ignacio Pérez Arriaga, director de la Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad, “porque en política energética se han marcado unos objetivos de sostenibilidad para la creación la Unión de la Energía muy positivos”. Y es que en el año 2014, el sistema energético español mostró un retroceso, desde la perspectiva de la sostenibilidad energética, respecto a lo observado en el año 2013.

El dato más relevante es que después de dos años a la baja, el uso del transporte vuelve a aumentar en 2014, sobre todo por el avión, que sube hasta un 9,4% en movilidad de pasajeros. El transporte aéreo supone el 17% del consumo de energía final del sector. En conjunto, sigue siendo el que más energía consume, con un 42% sobre el total, y el que más emisiones de CO2 origina, con un 48%, muy por encima también de los países de nuestro entorno.

Por otra parte, ha mejorado la intensidad de carbono de nuestro sector energético, y se han reducido un 14% las emisiones de SO2, y un 3% las de NOx. A pesar de ello, los costes externos que suponen estas emisiones (fundamentalmente los costes para la salud) siguen suponiendo la mitad del valor añadido generado por el sector.

Energías renovables

En el capítulo de las energías renovables, el informe no revela ningún secreto. En 2014 este sector ha sufrido falta de apoyo económico e inseguridad jurídica, lo que ha provocado su paralización, “pasando de ser líderes en renovables a que la UE nos haya recriminado que no vamos a cumplir con los objetivos 2020”.

Y mientras en España se detiene, en el resto del mundo el crecimiento es extraordinario. "Solo en 2015 aumentó en un 8,3% la potencia instalada, especialmente en eólica y solar", añade Pérez de Arriaga.

Otro de los puntos relevantes es el del autoconsumo. "Todo lo descentralizado tiene una relevancia muy importante. El consumidor está dejando de ser como hasta ahora y está pasando a ser su propio productor. El problema que surge en España es difícil de cuantificar, pero tiene una clara repercusión en la factura eléctrica, y todo por los enormes cargos regulados que soporta, que llegan casi al 50%, lo que además no favorece el desarrollo de la eficiencia energética", explica Pérez de Arriaga, "la única solución es eliminarlos y no cobrar los peajes de respaldo".

Combustibles fósiles

Aún así destaca como positivo la Ley 8/2015, de 21 de mayo, de Hidrocarburos, que pretende aumentar la competencia en el sector de los carburantes en España, “y mientras utilizamos de manera masiva estos combustibles, resulta muy hipócrita decir que no los queremos extraer aquí pero los compramos en otras partes del mundo”, puntualiza Pérez Arriaga, “pero efectivamente no hay que olvidar que la senda va hacia su reducción”.

¿Y qué ocurre con el carbón en España? Precisamente "en 2015, la generación hidráulica cayó un 28% y la eólica un 5%, y como consecuencia se aumentó el consumo de carbón", pero en 2014, el uso del carbón subió hasta un 18%, frente a la bajada del 9% de consumo de gas natural, compensado, en esta ocasión, por un buen año hidráulico y el ascenso en la utilización de la energía solar, generando un leve incremento de un 0,58% de las emisiones de CO2.

Un mundo más sostenible

El cambio de tendencia es evidente y más aún si observamos que mañana, 22 de abril, no es solo el Día de la Tierra, es la fecha elegida para que ratificar el Acuerdo de París de la Cumbre de Cambio Climático en Nueva York", explica Teresa Ribera, directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) de París, "todo un éxito si tenemos en cuenta que ya han confirmado su asistencia más de 160 países".

Para Ribera, "es la convicción de que tendrá un coste político el no estar allí". De hecho, destacó el caso concreto de China, "la primera emisora de CO2 del mundo ha virado como un trasatlántico y su Plan Quinquenal pretende reestructurar la economía y dar un giro energético radical en los próximos años. China está desacoplando su economía del carbón y eso es una muy buena señal" concluye.

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