Europa no está cumpliendo su propia hoja de ruta del hidrógeno. El último informe European Hydrogen Markets 2025 de ACER confirma que en 2024 solo se instalaron 308 MW de capacidad de electrólisis, un incremento anual del 51%, sí, pero completamente insuficiente frente al objetivo comunitario de 40 GW para 2030 y los 48-54 GW que suman los planes nacionales actualizados. La brecha entre ambición y realidad crece, mientras se multiplican retrasos regulatorios, proyectos cancelados y dudas sobre la viabilidad económica del vector energético llamado a ser central en la descarbonización industrial.
El despliegue tampoco mejora si se incorporan los proyectos en construcción: 1,8 GW adicionales, muy lejos del ritmo requerido para entrar en una trayectoria realista hacia 2030. ACER advierte que, sin un crecimiento “sustancialmente más rápido”, Europa no logrará ni la escala necesaria ni los aprendizajes operativos imprescindibles para reducir costes y ganar competitividad.
Precios desalineados: el hidrógeno 'verde' sigue siendo cuatro veces más caro
La lentitud del despliegue está directamente relacionada con la economía del hidrógeno renovable. Según ACER, el coste medio del hidrógeno RFNBO en la UE ronda los 8 €/kg, aproximadamente cuatro veces más que el hidrógeno gris producido a partir de gas natural, que se sitúa ligeramente por encima de 2 €/kg.
La esperada caída de costes tampoco está garantizada en el corto y medio plazo. La combinación de electricidad renovable más cara, un despliegue de electrólisis demasiado lento como para generar economías de escala, y un ETS que sigue favoreciendo a los combustibles fósiles en el corto plazo, mantiene el hidrógeno limpio en una posición económica desfavorable.
La electricidad constituye hasta el 50% del coste nivelado del hidrógeno renovable, lo que hace que las diferencias regionales sean muy significativas. Las zonas con abundantes renovables —como España— muestran mejores condiciones de coste, mientras que otras dependen de tarifas eléctricas elevadas y menos flexibilidad.
En paralelo, el hidrógeno de bajas emisiones producido a partir de gas con captura de CO2 (CCS) presiona a la baja los precios: ACER estima su coste “ligeramente por debajo de 3 €/kg”. Sin embargo, la tecnología presenta incertidumbres técnicas, altos costes de infraestructura de CO2 y riesgos de dependencia fósil a largo plazo.
Europa avanza a dos velocidades: quién lidera y quién se rezaga
Pese al panorama general de retrasos y costes elevados, algunos países europeos logran situarse en posiciones relativamente sólidas dentro del incipiente mercado del hidrógeno.
Alemania sigue siendo el actor más decidido: avanza en la creación de un núcleo de red de hidrógeno de 9.040 km, con más de la mitad de la infraestructura reaprovechada del sistema gasista. Ha aprobado un complejo marco tarifario para facilitar el arranque del mercado, prevé 101 GW de capacidad de entrada —incluidos 58 GW de importaciones— y ha establecido reglas avanzadas de acceso, balance y planificación integrada de redes.







Miguel A. A.
04/12/2025