Petróleo & Gas

Europa tiene el corazón partido entre el GNL norteamericano y la entrada de más gas ruso por el Nord Stream II

Ningún comentario

Europa quiere ser líder en la transición energética hacia un modelo más renovable, sin embargo acaba de acordar con EEUU que comience a entrar más GNL procedente de su gas esquisto en el Viejo Continente mientras se sigue construyendo el Nord Stream II, el gasoducto con el que se duplicará el suministro de gas procedente de Rusia.

"El problema que tenía EEUU era que por ley no podría exportar hidrocarburos, pero Barack Obama, en una de sus últimas decisiones, levantó esa prohibición", explica a este diario Javier García Breva, experto en energía y presidente de la consultora N2E, "y esto no ha sido posible hasta ahora porque pese a que entonces había aumentado el volumen de producción del gas esquisto no tenía regasificadoras y ha tenido que esperar estos años para construirlas".

La pasada semana la UE y EEUU han abordado las oportunidades empresariales que ofrece la expansión de las exportaciones de gas natural licuado a Europa, una de las áreas comerciales que ambas partes se han propuesto potenciar y que ha aumentado un 272% desde que comenzó en abril de 2016.

"Ahora EEUU puede exportar su gas en buques metanos y a Europa le interesa comprarlo por una razón de seguridad energética", explica el experto, "pero ¿quién puede fiarse de los acuerdos a los que se llegue con Donald Trump? Hasta la propia canciller alemana, Angela Merkel, ha dicho en más de una ocasión que es un socio no fiable, y tiene toda la razón, no hay más que ver cómo decide de manera unilateral que no renovará las exenciones que permitían a ocho países comprar petróleo iraní, lo que ha provocado que se disparen los precios del crudo".

La cumbre de GNL de la semana pasada se ha realizado en poco menos de un año después de que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y Trump, acordaran que la UE importaría más GNL.

https://elperiodicodelaenergia.com/la-union-europea-y-eeuu-examinan-como-potenciar-el-comercio-de-gas-natural-licuado-gnl/

"En una comunicación de la Comisión Europea de 2015, en el Marco de la Unión de la Energía, se hablaba de que Rusia seguiría siendo un socio importante para la UE pero que había que diversificar y citaba que uno de los suministradores más fundamentales debía ser EEUU", continúa García Breva, "dejando casi en el olvido a Argelia, cuyos gasoductos se comunican directamente con España".

"La división interna en Europa es evidente, por un lado la Comisión no quiere el Nord Stream II y por otro parece que esta infraestructura solo le interesa a Alemania, incluso Donald Trump ha llegado a amenazar a las empresas que participen de su construcción con boicotearlo, así que empiezo a tener dudas de que se finalmente se vaya a hacer".

Los acuerdos para importar más GNL estadounidense se producen en medio de tensas relaciones comerciales entre ambas potencias, ya que Trump amenaza con aranceles para los automóviles de las principales marcas europea, en concreto de las alemanas BMW y Mercedes-Benz, cuyas ventas en Estados Unidos ha enojado a Trump, por su aversión a los déficits comerciales.

Y todas estas negociaciones se producen en un escenario en el que la producción doméstica europea de gas natural está disminuyendo, según la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol, y con unos planes para una descarbonización completa de su economía en tres décadas. Una mayor entrada de gas se contradice con el objetivo de la UE de eliminar el gas natural.

Un GNL más caro que el gas ruso

"Como colofón de estos acuerdos, el propio secretario de energía de Estados Unidos, Rick Perry, ha reconocido que ese GNL es más caro que el gas ruso por tubería", continúa García Breva, aludiendo al comentario realizado por el responsable norteamericano que dijo que esos altos precios "se deben a que su suministro y disponibilidad son más fiables. Tienes lo que pagas. Si estás satisfecho comprando el producto más barato que puedes encontrar, al margen de si va a estar disponible las 24 horas del día, los 365 días al año…”

Estas palabras tienen una consecuencia directa para el consumidor, un aumento de los precios de la energía. "Yo como consumidor no puedo aceptar que se me venda un gas más caro, debe dejarse que sea el mercado quien tome esas decisiones, en Europa el mercado del gas está liberalizado y se debe comprar al precio que se cotice, porque si hay un acuerdo político, al final los perjudicados son los consumidores", ha concluido el experto.

Noticias relacionadas

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios