El Gobierno mexicano logró colocar ocho de las diez áreas petroleras de la cuarta fase de la Ronda Uno, que abrió el sector a la iniciativa privada, en un concurso calificado en su momento como "la joya de la corona" por el elevado número de activos que contiene.
Bajo un contrato de licencia para la exploración y extracción de hidrocarburos, se licitaron 10 bloques en aguas profundas, seis ubicados en la provincia petrolera de Cuenca Salina y cuatro en la zona de Cinturón Plegado Perdido, ambos en el Golfo de México.
De las diez firmas que presentaron hoy la propuesta económica y la garantía de seriedad, uno de los grandes triunfadores fue el consorcio liderado por Statoil (Noruega) junto a BP (Reino Unido) y Total (Francia), que se hizo con dos áreas de la Cuenca Salina.
Otra de las vencedoras fue China Offshore Oil Corporation E&P México, que cuenta con capital del Estado chino, al llevarse dos de los cuatro contratos del área Perdido.
Sobresalió que en la mayoría de las áreas a concurso las ofertas superaban holgadamente el valor mínimo de la regalía adicional establecido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que era del 3,1 % para las cuatro zonas de Cinturón Plegado Perdido y de 1,9 % por las seis de Cuenca Salina.
Las otras dos áreas del Cinturón Plegado Perdido fueron para el consorcio Total (Francia) con ExxonMobil (Estados Unidos) y para la alianza de Chevron (Estados Unidos) con Pemex Exploración y Producción (México) e Inpex (Japón).
El primer y el tercer bloque dentro de Cuenca Salina fueron para la asociación conformada por Statoil, BP y Total.
La cuarta área petrolífera fue para PC Carigali (Malasia) junto con la mexicana Sierra Offshore, y la quinta la ganó la alianza encabezada por Murphy Oil (Estados Unidos) con Ophir (Inglaterra), PC Carigali y Sierra.
De esta manera, solo el área número dos y la seis de la Cuenca Salina quedaron desiertas de las diez puestas a licitación, un dato que superó las expectativas gubernamentales, que hace unos días consideraba exitoso colocar cuatro de los diez bloques.
Según se desprende de la información proporcionada por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), estas diez áreas suman recursos prospectivos medios por 10.890 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
Este es el cuarto y último concurso de la llamada Ronda Uno petrolera, que forma parte de una reforma que hace dos años abrió el sector a la iniciativa privada tras casi ocho décadas de monopolio estatal.
En el marco de la reforma energética instrumentada por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, se llevó a cabo una primera convocatoria para exploración y extracción en aguas someras donde quedaron desiertos 12 de los 14 bloques a concurso.
En la segunda fase, también en aguas someras, se colocaron tres de los cinco bloques a concurso, y en el tercer proceso de licitación se adjudicaron el total de los 25 áreas contractuales, correspondientes a los primeros campos terrestres a concurso de la historia del país.
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