Fast Fuel ha lanzado siete modelos de estaciones de servicios 'low cost' de servicio franquiciables, en las que se ofrece un modelo de negocio con un alto nivel de automatización del servicio, informó la compañía.
En concreto, los modelos presentados por el grupo oscilan desde un único surtidor hasta amplias gasolineras con cuatro surtidores, electrolinera para coches eléctricos e híbridos y servicio de autolavado.
La compañía, que cuenta actualmente con una gasolinera operativa bajo la marca Fast Fuel, ultima la puesta en marcha de seis más repartidas en todo el país.
El negocio se basa en una alta automatización, que permite reducir los costes operativos para bajar el precio de la gasolina, tendiendo así al modelo de gasolineras desatendidas, en las que se ofrece como principal reclamo un precio reducido del carburante. Estas gasolineras, también conocidas como 'fantasma', han generado división desde su implantación.
Si la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y varias comunidades autónomas la apoyan, los sindicatos y los operadores tradicionales advierten del daño que puede provocar al empleo y de otros aspectos relacionados con la accesibilidad y la seguridad.
En este caso, el negocio requiere una inversión que oscila entre los 150.000 y los 189.000 euros, en función del modelo elegido, y con una facturación media de 1,5 millones al año, según la compañía, que estima una rentabilidad entre el 8% y el 10%, dependiendo de la ubicación de la estación y una recuperación de la inversión cercana a los dos años.
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