Dos investigadores de la Universidad de Oviedo, Selina Kerscher y Matías Kippke, han recibido la financiación necesaria por parte de la Fundación Phoenix Contact para desarrollar sus trabajos en el ámbito de las redes eléctricas inteligentes, un paso más hacia la descarbonización.
Ambos investigadores son miembros del Laboratorio de Investigación Unificada de la Energía Eléctrica (LEMUR, por sus siglas en ingles) y están cursando el doctorado en la Universidad de Oviedo, ha informado este miércoles la institución académica asturiana.
El trabajo de Kerscher está enfocado a la gestión de la flexibilidad como elemento facilitador de la transición energética eficiente hacia la neutralidad del carbono con mercados eléctricos liberalizados, lo cual conseguiría reducir el impacto ambiental del proceso de carbonización .
El proyecto de Kippke, del que se está desarrollando un demostrador en el laboratorio Gijón DemoLab de la Cátedra Milla del Conocimiento Gijón Smart Cities, trata sobre "la infraestructura de medida avanzada para la gestión de recursos sostenibles".
Fundación Phoenix Contact, entidad que concede becas destinadas a proyectos de sostenibilidad, ha decidido financiar estos dos estudios, los únicos subvencionados en una universidad fuera de Alemania.
El profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Investigador del grupo LEMUR y director de la Cátedra Smart Cities, Pablo Arboleya, dirigirá las investigaciones de ambos proyectos, impulsados por el director de desarrollo de negocio en Phoenix Contact E-Mobility y para España y LATAM, Adriano Mones.
Las investigaciones están enmarcadas en el proceso de transición energética hacia un sistema energético sostenible, que permitirían reducir la dependencia del exterior y luchar contra el cambio climático.
Las líneas de la investigación de las redes inteligente son el almacenamiento y generación de energía, el desarrollo del vehículo eléctrico y la distribución y el transporte de la energía de forma eficiente, relacionadas con el cambio de modelo hacia la descarbonización.
Estas tecnologías, ha señalado la Universidad de Oviedo, convierten a los que eran consumidores de energías en prosumidores, clientes que producen energía o la consumen de forma flexible.
El objetivo de ambas investigaciones es disponer de sistemas de gestión de las cargas flexibles y diseñar mecanismos que permitan la participación de los prosumidores.
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